LA MADERA NO ES SÓLO PARA VINOS

| nº 168 | septiembre 2018

Muchos creeréis que en las barricas solo se madura vino, y no es así, los mejores whiskies, rones, brandis, armañacs, pasan largos meses en barricas de roble, cerezo o haya.

La madera de la barrica le aporta un aroma muy característico y fácil de distinguir. Cuando son barricas nuevas el aroma a vainilla, coco y resina es muy profundo, pero cuando pasan 5 ó 6 usos, esos aromas bajan, y el vino o licor necesita estar más tiempo en contacto con la barrica para que se aprecien.

Pues bien, lo que hacen los cerveceros es reutilizar esas barricas por donde ya han pasado algún licor o vino para darles un toque diferente a sus cervezas. Por ejemplo, si tenemos una Imperial Russian Stout de 9%vol de alcohol y decidimos envejecerla en una barrica donde ha habido whisky, notaremos en el resultado final un toque a madera muy sutil pero un aroma a licor más intenso. Además de aromas nuevos la barrica le aportará mayor densidad convirtiendo nuestra cerveza en una cerveza única.

Son muchos los cerveceros que utilizan barricas para sus cervezas como Bidassoa Basque Brewery (Irun, Gipuzkoa), que utiliza barricas de la bodega alavesa Remelluri para hacer una Imperial Porter de categoría. Y sí, se nota que por esa barrica ha pasado vino tinto. Os invito a que la probéis.

También es un especialista en envejecer cerveza en barricas Naparbier (Noain, Navarra). En la misma fábrica disponen de una sala de barricas espectacular, con más de 10 tipos distintos de barricas; así que se permiten el lujo de jugar con diferentes recetas, algunas extremas, como la Avant garde Barley wine 20 meses en barrica de vino oloroso. Con ni más ni menos que 12%vol de alcohol y un color ámbar anaranjado, en esta cerveza predomina el aroma del vino blanco dulce; pero en boca cambia, y se aprecian la madera, la uva pasa y un toque a vermouth. Estos matices están muy bien integrados con su carácter alcohólico. Simplemente una cerveza espectacular y única.

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