BOTELLA VS. LATA

| nº 172 | enero 2019

Últimamente he oído esta pregunta: ¿es mejor la botella o la lata?; con su respuesta incluida: ¿la botella verdad?, y una mirada cómplice, buscando la aprobación momentánea. Yo contesto a lo gallego, ¡depende! Es verdad que todos tenemos en mente que si viene en lata es más barato y por consiguiente de menor calidad. Pero no estamos en lo cierto. Hay que admitir que el ritual de abrir una botella es más bonito y estético que abrir una lata, pero bueno, también hay que defender a la lata, y en el mundo de la artesanía, con creces.

La lata es el mejor recipiente para transportar y reciclar, pesa un 33% menos que el vidrio, así que puedes llevar más por menos y a la hora de reciclar es mejor el aluminio que el vidrio. También la lata guarda mejor la vida de la cerveza, ya que no le afecta la luz, podéis comprobar que normalmente todas las botellas de cerveza artesana son de un tono oscuro, es para evitar que los rayos de luz oxiden con más rapidez la cerveza. Así que si veis una cerveza artesana con botella transparente, dudad de la calidad. Pero lo que la verdad preocupa es el sabor, mucha gente dice notar cierto sabor metálico y eso les tira para atrás. Pero bien, en el mundo artesano las cervezas enlatadas suelen ser cervezas lupuladas, siendo el sabor del lúpulo (frutas, flores, resina…) mucho más potente; y os aseguro que las latas artesanas son de mejor calidad que las industriales. Para mí el sabor en botella, es algo mejor, así que soy partidario de meter cervezas de un estilo más maltoso, como las Stout o Porter en botella, donde pueden estar guardadas 3 o 4 años sin problema y con garantías suficientes para ser disfrutadas. Así que elige lata o botella, sin complejos, si son artesanas seguro que acertáis.

Os recomiendo en lata la nueva Salda Badago de Gross (Donostia), una bomba aromática. Donde las frutas tropicales se notan desde el primer sorbo. Y en botella, la Hofn de Mala Gissona (Oiartzun), una Porter de manual, donde se nota el carácter marcado del estilo. Notas a chocolate, toffee, con un punto de amargor que te da sensación de querer beber más.

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