LOS VINOS DE LA MEMORIA

| nº 193 | noviembre 2020

¿Por qué unos vinos, pueden envejecer durante 10, 20 ó 50 años y otros están para tirar por la fregadera cuando apenas ha pasado un año desde su fecha de vendimia?

Conocí a Xabi Nolla allá por Marzo de 2015. Ambos acudimos a la llamada de nuestro amigo en común Jordi Melendo para participar en las catas para la segunda edición de la Guía Melendo del Champagne. La cita tuvo lugar en el Hotel Sport de Falset donde, su anfitriona Marta Domenech, no escatimó en que sintiéramos que su casa era la nuestra.

En aquellos momentos, Xabi trabajaba como brand ambassador de Codorníu Raventós y, pese a su juventud, ya había participado en multitud de concursos como jurado, trabajado como sumiller en diferentes empresas, organizado ferias vinícolas o ejercido de brand ambassador en varias bodegas. Pero hace un par de años, se envolvió en una nueva cruzada, el mayor de todos sus retos hasta el momento y, sin duda, el más emocionante.

Vins de la Memòria nace en 2018, justo entonces se cumplían 80 años de la batalla del Ebro y 45 años de la muerte de Agustín, su abuelo, quien emigró a Barcelona desde Almería en 1927 buscando una vida mejor. Pero en 1938 fue llamado al frente, primero al Segre y más tarde a la batalla del Ebro, viviendo momentos trágicos que le acompañarían en su memoria durante el resto de sus días. Tenía la ilusión de que Xabi, su primer nieto, le enseñara a leer y escribir para poder plasmar sobre el papel todos sus recuerdos y vivencias de aquellos años tan complicados. Desgraciadamente murió, cuando su nieto era todavía un niño, sin haber cumplido su deseo.

Pero Xabi guardaba un as en la manga. Tras una importante labor de investigación que duró varios meses, fue descubriendo lugares por donde había pasado su abuelo, tanto durante la batalla como en su retirada hacia el norte. Ríos, montañas, barrancos, pueblos, iglesias y, por supuesto, viñedos. El resto de la historia, podéis imaginarla. Aquí comienza el sueño de Agustín. Sus recuerdos no quedarán escritos sobre el papel, sino que estarán presentes a través de los vinos que con tanto cariño ha elaborado su anhelado nieto, con esos viñedos testigos mudos de la memoria y del paso del tiempo.

Esta emotiva historia ha dado lugar a siete vinos muy diferentes entre sí: La Bruixa, Lo Ebre y La Memòria en la Terra Alta, Plom en Priorat, Pólvora en la Conca de Barberá, El Badiu en Badalona y La Plage en la Côte Vermeille de la Cataluña francesa. Todos y cada uno de sus nombres tienen un por qué y en cada cual intenta transmitir la personalidad única del lugar, recordando la importancia que tuvo cada uno de ellos durante aquellos enfrentamientos. Para lograrlo recurre a elaboraciones muy diferentes gracias a las cuales logra altas dosis de personalidad en sus vinos. Sirvan estos tres como ejemplo: La Bruixa 2019, elaborado a partir de Garnacha Blanca y Macabeo a la manera tradicional en la zona, brisado o vinificado con las pieles, vamos, lo que se conoce como vino naranja; Pólvora 2018, a partir de la variedad Trepat y vinificado y criado en bocoi de castaño de 650 litros; La Plage 2019 elaborado también en bocoi de castaño de 650 litros, con un 60% de Garnacha Gris y un 40% de Garnacha tinta pero vinificado a modo de “blanc de noirs”, con una pequeña adición de vino rancio dulce de 1939, ¡casi nada!

Os recomiendo que echéis un vistazo a su excelente página web: www.vinsdelamemoria.com, donde podréis visualizar incluso un emocionante vídeo acerca de la vida de Agustín.

Salut amics!

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