Se acaba el curso. Como madre me alegro, doy palmas y lo celebro bailando a lo indio con mis niños. Pero también me da pena porque mis niños van a una escuela pública y eso les aporta mucho. En el comedor escolar nuestra hija se sienta al lado de Helene y Alí, que es vegetariano. Bueno, no es vegetariano pero su familia es musulmana por tanto, él practica este tipo de religión y en el comedor optan por una alimentación libre de carne con la que sentirse cómodos.
Mara sabe lo que comporta ser vegetariano independientemente del motivo por el que lo seas y eso está bien. También sabe lo que es ser macrobiótica por que su segunda madre lo es; para ella significa cuidarse y quererse mucho. Nuestro hijo de cuatro años está asimilando el hecho de que Miracle, su compañera senegalesa, sea mucho más grande que él, siendo chica, tócate tú las narices. Yo le miento y le digo que es por que come mucho cereal integral. Sí ya sé que no hago bien pero me pueden los adentros. Poco a poco entiende que somos diferentes aunque valemos lo mismo. Nuestra escuela es genial y prepara a nuestros hijos para entender lo que es el mundo en su totalidad. De colores, sabores y amores.
Por eso cuando sonó la campana para avisarnos de que la fiesta de fin de curso no se prepara sola no lo dudé ni un momento y me tiré de cabeza. Como madre y cocinera que soy no pude resistirme al gran reto que supone dar de comer, bien y barato, a 500 personas. Somos muchos los que aportamos nuestro granito de arena para poder celebrar nuestra fiesta por todo lo alto, cada vez más, y menos mal. Querer disfrutar de la totalidad de nuestra comunidad escolar JUNT@S es el premio al que aspiramos. Para ello estamos trabajando mucho y pidiendo más: dinero, comida, bebida, ayuda… De esta manera conseguiremos que el menú completo por familia cueste solo 5€.
¿Tan barato? Sí, así hacemos posible que cualquier familia, del nivel económico que sea, pueda unirse a la fiesta. ¿Cómo? Pues preparando nosotr@s la comida. ¿Y cuál va a ser el menú? Buena pregunta. También nos la hicimos y finalmente decidimos que la clave era el arroz. Siendo uno de los cereales más consumidos en todo el mundo esperamos cantar bingo. Claro que esto es el Goierri, profundo, por tanto la carne no es opcional. SÍ o SÍ. Bueno pues le vamos a poner pollo, pero será Halal. Recordad siempre que la máxima de esta fiesta es la participación de TODA la comunidad escolar. El pollo lo compraremos en la tienda que mejor representa en el pueblo a la comunidad musulmana: “tranquila amiga, buen pollo”. La comunidad rumana aportará el pan; lo amasan y hornean en la panadería más antigua del pueblo pero la receta es rumana. Tengo la esperanza de que el arroz nos quede bueno, si no, seguro que me llevan al patíbulo. Por si acaso os paso la receta, quizá algun@ de vosotr@s queráis invitar a comer a algún vecino y la excusa para no hacerlo sea no saber qué le preparáis. Por ideas que no sea; aquí la nuestra.
PAELLA DE VERDURAS Y POLLO
INGREDIENTES:
- Un pollo troceado (si quieres puede ser Halal)
- Dos cebollas
- Un pimiento rojo
- Un pimiento verde
- Un puñado de vainas
- Alcachofas frescas
- 100g de arroz por persona
PROCEDIMIENTO:
Cortar todas las verduras en gajos medianos. Calentar la paella y poner un fondo de aceite. Marcar el pollo y cuando esté dorado incorporar la verdura y sofreír dos minutos, cubrir de agua, salar y cocer el caldo media hora. Añadir el arroz y cocinar 5 min a fuego vivo y 15 a fuego medio. Servir la paella adornada con gajos de limón.
EQUILIBRANDO
ANNE OTEGI
OSOA sukaldaritza&ikaskuntza
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Etiquetas: nº 177 - junio 2019