BERA-BERA: UNA CUESTIÓN DE EQUILIBRIO
- Texto: JOSEMA AZPEITIA. Fotografía: RITXAR TOLOSA
Por si alguien no se ha dado cuena a estas alturas de la película, nos encanta acudir al Bera-Bera, el restaurante situado en los bajos del Hotel Palacio de Aiete dirigido desde hace unos años por los donostiarras Javier Penas e Izaskun Gurrutxaga, pareja profesional y sentimental que adquirió merecida fama a lo largo de la década en la que gestionaron, él en cocina y ella en sala, el popular y entonces populoso restaurante Olentzo de Zizurkil. De vuelta a Donostia, cada uno de ellos sigue manteniendo su puesto en este escondido restaurante que supone una muy agradable sorpresa para quienes se animan a buscarlo y disfrutar de su cuidada, rica y variada oferta gastronómica.
En este caso, sin embargo, acudimos al Bera-Bera con la intención de probar su menú del día, algo que vamos a ir haciendo poco a poco con todos los locales que podamos a lo largo de un año en el que nos tememos que la fórmula del menú diario va a ser una de las más solicitadas, y en el que los hosteleros que cuiden este servicio, muchas veces denostado, van a conseguir satisfacer a la clientela y crear afición entre ella.
Conscientes además de que para conocer bien un menú hay que conocer y probar la mayor cantidad de platos posible, acudimos bien acompañados al Bera Bera, flanqueados por tres expertas en este vasto e inabarcable mundo de las artes culinarias: la bloguera y cocinera Ainara López, la abogada y miembro de la Cofradía Vasca de Gastronomía Alazne Cano y la empresaria y guía turística y propietaria de la agencia Discover San Sebastián Eskerne Falcón, un trío experimentado y exigente con altas dosis de criterio gastronómico.
Un menú cuidado y equilibrado
Solemos describir la cocina de Javier Penas, medio en serio medio en broma, como una cocina “balsámica”, ya que sus platos son visual y conceptualmente equilibrados y sus puntos de cocción, aliño, sazonado... son suaves y moderados, nada agresivos. De hecho, no olvidamos un día en el que acudimos a Bera-Bera con el estómago de aquella manera y cómo, según iba avanzando el desfile de platos de Javi, nuestro organismo se iba recomponiendo de sus malas sensaciones terminando la comida completamente restablecidos. No olvidamos ese día y hemos comprobado que no se trató de algo especial, sino que habitualmente la cocina de Javier es así de amable y sana, una cocina equilibrada sin sorpresas ni sobresaltos gustativos.
En nuestra última visita pudimos comprobar que el genial cocinero, miembro comprometido de Jakitea Elkartea, sigue la misma tónica en su menú del día, en el que el día en que acudimos a Bera-Bera encontramos, entre los primeros, dos ensaladas, mixta y de arroz frito y bacon (fotos 2 y 1 respectivamente de la página 95), un plato de verduras salteadas con jamón (foto 3) y otras tres propuestas para nada sólidas o pesadas: Sopa de pescado, exquisita y tradicional, Pimientos del piquillo rellenos de bacalao y Pasta a los cuatro quesos.
Entrando a los segundos, nos encontramos con un perfecto equilibrio entre carnes y pescados con Sardinas a la plancha con ensalada (foto 7) y Salmón al horno con Ali-oli (foto 5) en el caso de los primeros y Secreto de cerdo ibérico al Oporto (foto 4) y Carrileras de ternera sobre crema de patata (foto 6) en el caso de las carnes. Finalmente, como pudimos comprobar, en los postres también se da dicho equilibrio con platos ligeros como Macedonia de frutas (foto 9), Fruta propiamente dicha y Natillas de huevo caseras (foto 8) y un par de bombazos (admitamos que a nadie le amarga un dulce por copioso que sea) como son la Tarta de yogur con chocolate y la Tarta de queso con frutos rojos (foto 10).
El precio de este menú es de 16,50 euros, IVA incluido, incluyendo una generosa copa de vino por persona. En caso que querer acompañarlo con más bebida se cobra un suplemento de 5 euros por botella de vino cosechero y 8 euros por crianza.
Al acudir varias personas, tuvimos la suerte de poder probar casi todas las opciones del menú, llamándonos especialmente la atención el Salteado de verduras, servido al dente en una textura perfecta, las Carrilleras y el Secreto de una untuosidad impresionante, las sardinas en un punto de fritura suave y nada aceitoso y las natillas de una ligereza de gran sutileza pero, en general, todos los platos recibieron elogios y “buenas notas”.
Un local seguro y luminoso
A la evidente riqueza y variedad del menú del día en Bera-Bera hay que añadir, además, el hecho de que la amplitud per se del comedor ha permitido a Javi e Izaskun que mantengan sin ningún problema las distancias requeridas en los actuales protocolos sanitarios manteniendo, además, una distancia entre mesas y unos pasillos que hace que además de seguridad contemos con esa privacidad y discreción que tanto se agradece en los restaurantes. A esto, además, debemos sumarle una coqueta terraza que en verano sirve como comedor los días de buen tiempo y que en cualquier momento del año resulta ideal para los fumadores o para aquel que quiera salir un ratito al aire libre.
Picoteo “pre-menú”
Es como construir la casa por el tejado, pero antes de terminar el artículo debemos comentar el inicio de la comida, o el picoteo previo, ya que desde este otoño Javi e Izaskun cuentan con la ventaja añadida de gestionar el servicio de cafetería del Hotel Palacio de Aiete, hasta ahora en otras manos. La pandemia y sus consecuencias ha cambiado muchas cosas en los locales de hostelería, en muchos casos a peor. Javi e Izaskun, por su parte, han tenido la suerte de que la dirección del hotel se ha hecho cargo de la situación portándose con ellos de manera modélica en el apartado económico y, además, les han dado la ocasión de hacerse con la gestión de la cafetería, algo a lo que de momento, han accedido y que, al parecer, funciona. O lo hacía al menos antes del último cierre de la hostelería, cuando acudimos al hotel.
Fue en la cafetería, por lo tanto, donde empezamos nuestra visita con nuestras tres “asesoras” gastronómicas que aprovecharon, al igual que nosotros, para tomar un vino o un vermut y acompañarlo de alguno de los pintxitos, clásicos y sencillos pero aparentes, con los que Javi ha provisto el mostrador. Una agradable manera de comenzar la comida o de hacer tiempo esperando a los rezagados antes de pasar al comedor.
En conjunto, resultó altamente satisfactoria para todos los presentes la última visita a Bera-Bera como lo habían sido también las anteriores visitas realizadas para disfrutar de su carta. El del Hotel Palacio de Aiete es, sin duda, un restaurante altamente recomendable que merece ser conocido.
RESTAURANTE BERA BERA
Goiko Galtzara Berri, 27 (Hotel Palacio de Aiete) - DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN
Tf: 943 22 42 60