DÍAS DE JAZZ Y VINO

| nº 132 | jul 2015

Sin lugar a dudas, la del Jazzaldia se ha convertido en la semana más interesante y entretenida de todo el año en Donosti, gracias a una excelente organización y no menos magnífica propuesta musical. Desde mi punto de vista, buena parte del éxito proviene de la celebración de múltiples conciertos gratuitos, al aire libre, en varios espacios de diferentes características. Aunque esto de hacerlo al aire libre, como bien sabemos todos los donostiarras, suele entrañar cierto riesgo. Desgraciadamente la lluvia ha hecho aparición un par de días y nos ha privado de disfrutar de un par de prometedores conciertos.

Por quinto año consecutivo ESSENCIA ha aportado su granito de arena con la instalación de un wine bar en la Heineken Terraza. Muy buenos conciertos en general, magnífico ambiente, vistas inigualables sobre la playa y por supuesto buenos vinos, han dado lugar a una combinación perfecta para pasárselo de cine.

Qué mejor que una copa de Champagne para maridar el "swinging affair" ofrecido por Ray Gelato y Claire Martin sobre el escenario, una copa de Riesling junto a los ritmos frescos y jóvenes de Jamie Cullum o un poderoso amontillado junto a la fuerza de Paul San Martín y Romain Gratalon. Más complicado me resultaría elegir un vino para el concierto de Bengalifère Trío. Tengo muy claro que el free jazz no es lo mío, me resulta complicado, difícilmente comprensible, probablemente por falta de cultura musical. Este concierto lo hubiera escuchado no con un vino sino después de haber dado cuenta de unos cuantos gintónic ESSENCIA.

Cinco días que han pasado demasiado rápido. Suele suceder cuando disfrutas del trabajo junto a un gran amigo como es Kike García, al que todos recordaréis por haber regentado el mejor bar de vinos que ha tenido Donosti: El Lagar.

Muchas gracias a todos los que habéis pasado a saludarnos y hacer que todo el esfuerzo realizado haya merecido la pena.

¡Hasta el año que viene!