LOS MANGANTES DEL VINO

| nº 106 | abr 2013

Hace tan sólo unos días mantuve una charla muy interesante con una persona muy influyente en el mundo del vino. Charlamos distendidamente con la compañía de un par de buenas botellas. Fueron diversos los temas de conversación, pero hubo uno en el que esta persona "se mojó" especialmente. Salió el tema de los "gurús" del vino, estos críticos que asignan puntuaciones a los vinos y los publican en exitosas guías y revistas, influyendo enormemente en el consumidor.

Me contó unas cuantas confidencias acerca de este tema. Me dijo que una práctica habitual de muchos bodegueros (conocía unos cuantos), consiste en mandar muestras falsas de vinos a estos críticos para que las puntúen, es decir, la etiqueta dice una cosa pero en el interior de la botella va un vino de mayor calidad. De esta forma se aprovechan de una puntuación más elevada en un vino de menor precio, con la finalidad de confundir (o engañar) al consumidor.

Me dijo también que dependiendo de lo que el bodeguero se gastase en publicidad en las guías y revistas correspondientes, las puntuaciones de sus vinos variaban sensiblemente...

Sin ir más lejos, hace bien poco se descubrió lo que hacían los colaboradores de Robert Parker en España con las bodegas que solicitaban que sus vinos fuesen puntuados... simple y llanamente "poner el cazo"... De hecho, pocas semanas antes de que se descubriese todo esto, asistí a una de sus catas promovida por el Consejo Regulador de la D.O. Navarra. El espectáculo fue sonrojante, bochornoso... ¡Incluso se atrevieron a puntuar allí mismo un vino! frente al bodeguero. Concretamente Jay Miller lo olió (3 segundos), lo bebió (4 segundos) y dijo: "hummm...a este vino le daremos 92+"

La verdad es que es un tema que huele demasiado. Ya está bien de manipular al consumidor de una forma tan descarada. Basta de engaños. En nuestra mano, en mano de todos, está evitar que algunos se enriquezcan gracias al engaño y la manipulación. Consultemos en foros, dejémonos asesorar por personas de confianza y compremos el vino en tiendas especializadas...

Que se enteren de una vez... ¡ESTAMOS HASTA EL GORRO!