Ya estamos metidos de lleno en el curso escolar, vamos finalizando 2022. Una vez que se acaba el verano, parece que se ha ido el año. Y es que, últimamente, parece que se acaba no sólo el año sino el mundo. Y además de las ikastolas, con el otoño empiezan los festivales y ferias de cerveza. Algunas solo son una excusa para beber birras. En otras puedes estar con el cervecero con el que, además de servirte su producto, puedes hablar y conocer todo sobre sus craft beers. En muchas de ellas se reparten premios como golosinas. En esto me quiero meter a fondo.
En su día el whisky JB se vendía como el más premiado del mundo. No soy bebedor de este tipo de bebidas, pero la gente que conozco que disfruta con este elixir no se arrima a esta marca. Y es que el poder del dinero compra muchas medallas. Hay festivales en los que algunas cerveceras presentan un número impresionante de cervezas; 30 ó 40 diferentes (en nombre, que no en estilo) que acaban teniendo diferentes medallas en unas categorías creadas a medida. Y gana el que más medallas tiene, sin tener en cuenta el color de éstas.
En las olimpiadas no gana el que más medallas consigue, sino el que tiene aquellas de más valor. Así es como se debería valorar para decidir qué casa merece ser la mejor. Supongo que los festivales no lo hacen para no darle a la misma cervecera todas las insignias de oro; y es que a los amigos y patrocinadores hay que darles todo el cariño del mundo. Un concurso de verdad debería ser independiente, debería pagar por las cervezas, contar con todas las cerveceras, tener a unos jueces aislados, y que vayan catando a ciegas y puntuando.
NO estoy en contra de los premios, aunque dudo mucho de su valía en la mayoría de competiciones.
La mejor medalla es que el público disfrute de verdad.
Hay muchas casas punteras locales, nacionales e internacionales que, cansadas del tejemaneje que tienen la mayor parte de las competiciones, deciden no presentarse. Poco honor tiene comprar premios.
CERVEZA
Artesana
Liteo Leibar
HOPA Beer Denda - Donostia
Etiquetas: nº 214 | octubre 2022