La cesta de la compra está subiendo y no para de  subir.

Una de las subidas que más nos ha impactado en los últimos meses ha sido la del aceite de oliva. Un ingrediente/ producto indispensable hasta ahora en nuestras casas desde hace unas décadas. ¿Podemos seguir llevando una dieta saludable sin este ingrediente: uno de los pilares de la dieta mediterránea?

El aceite de oliva es una de nuestras joyas gastronómicas tanto por su composición nutricional: el ácido oleico, como por sus cualidades organolépticas.

Es importante en nuestra dieta el ácido oleico, Omega-9, porque nos ayuda a subir el colesterol bueno y bajar el malo. La buena noticia es que los ácidos grasos Omega-9 no son esenciales, ya que pueden ser sintetizados en el organismo, es decir mi cuerpo los puede fabricar, al contrario de los famosos Omega-3 que mi cuerpo no los puede sintetizar y los tengo buscar en alimentos ricos en este componente.

Para que resulte beneficioso el aceite de oliva tiene que ser virgen extra o simplemente virgen. Y tomando como referencia o como plagio (con su permiso) os informo sobre las reflexión de Josema Azpeitia en las que aconseja ante esta subida del precio del oro líquido:

“Por mi parte, tengo clara la línea que voy a seguir: Volver a aumentar el consumo de aceite de girasol, sobre todo intentando que éste sea de calidad o alto oleico, reducir a cero el consumo de aceite de oliva “a secas”, reducir en general el uso y consumo de aceite y, por supuesto, seguir utilizando el aceite de oliva virgen extra en ensaladas, platos crudos, tostadas y ciertas frituras de calidad pero, eso sí, dando preferencia a los aceites de los pequeños productores, a poder ser lo más cercanos posible, a pesar de que estos sean más caros, porque como pasa en todas estas operaciones económicas, los pequeños son los más perjudicados”.

Y como nos recuerda Josema Azpeitia, hay otras culturas gastronómicas marcadas por su longevidad que no han conocido el aceite de oliva como es la japonesa, así que mientras el precio este prohibitivo habrá que buscar alternativas saludables.

   
DIETÉTICA
y alimentación

Carolina Rïn
Dietista Colegiada nº 1887