El hierro es un mineral imprescindible para la vida, es el que se encarga, entre otras cosas, de transportar oxígeno a nuestros órganos y tejidos para que funcionen con normalidad. La falta de hierro, cosa común en mujeres en edad fértil, suele producir sensación de fatiga y debilidad entre otros síntomas.
El hierro lo conseguimos de los alimentos que ingerimos, especialmente de los alimentos de origen animal, ya que el hierro que se encuentra en los vegetales es más difícil de absorber por nuestro organismo y no lo aprovechamos tanto.
Si te hablo de hierro seguro que lo primero que te viene a la cabeza son las espinacas de Popeye (si eres de las generaciones que conocemos Popeye), o la carne roja y el hígado de vacuno.
Pues te voy a dar una sorpresa, según el Ministerio de agricultura, alimentación y medio ambiente, los alimentos más ricos en hierro son los mariscos, especialmente los moluscos como las almejas, los berberechos, las coquinas, las chirlas o las karrakelas.
Así como 100 g. de solomillo contiene 2,20 mg. de hierro y 100 g. de espinacas 4,1 mg., 100 g. de almejas poseen 14 mg. de hierro (siempre estamos hablando de porciones comestibles).
Como puedes observar la cantidad de hierro es francamente mayor.
La buena noticia de todo esto no es sólo que disfrutando de los mariscos vas a aportar hierro a tu dieta, si no que además, no te tienes que dejar el sueldo en ello. Según la fuente antes nombrada, el molusco que más hierro contiene en su composición es el más humilde, no por ello menos rico y sabroso, de todos, la chirla.
La chirla se encuentra en primer lugar en el ranking de moluscos portadores de hierro con 24 mg. por cada 100 g. de porción comestible.
Aquí te dejo una lista de alimentos para que puedas comparar las cantidad de hierro que contienen (todo expresado en mg. por 100 g. de porción comestible):
- Almejas (14 mg.)
- Berberechos (14 mg.)
- Karrakela (12 mg.)
- Chirla (24 mg.)
- Mejillón (3,9 mg.)
- Pulpo (5,3 mg.)
- Antxoa (3,3 mg.)
- Solomillo (2,2 mg.)
- Espinacas (4,1 mg.)
- Avena (4,7 mg.)
Así que ahora que ya lo sabes, cada vez que comas una cazuela de berberechos, unos mejillones en vinagreta o una paella de marisco hazte consciente de todo lo bueno que estás aportando a tu cuerpo serrano. Ya sé que para muchas personas cocinar moluscos es un gran reto, les resulta difícil o lioso, y muchas veces tienen miedo de estropearlos, porque no tienen costumbre de hacerlo. Pues no te preocupes, cocinar cualquier molusco de los que te he enumerado no tiene ningún misterio, con los mínimos ingredientes podrás hacerlo con facilidad y podrás degustar los sabores a mar que llevan en su interior.
Aquí te presento un modo muy fácil de cocinar unas chirlas. Puedes extrapolar la receta a cualquier molusco, sólo tendrás que adaptar el tiempo de cocinado, ya que algunos tardan más en cocinarse que otros, por ejemplo, unos mejillones grandes tardarán más en estar hechos que unas almejas pequeñas, pero vigilándolos un poco lo podrás ver con facilidad. Un molusco está cocinado cuando su concha se ha abierto, el color de su carne ha cambiado de brillante a mate y su textura se ha vuelto más firme. En cualquier caso, es cuestión de minutos. Vete observándolos y lo verás con facilidad. Y si tienes duda los pruebas.
Si no lo has hecho nunca empieza por moluscos económicos y ya te animarás con los más caros cuando tengas la técnica controlada.
Es más fácil de lo que te pueda parecer.
Y todo esto ¡sin quitar un gramo de hierro al asunto! On egin!
CHIRLAS A LA MARINERA
INGREDIENTES (Para 4 personas):
- 600 gramos de chirlas
- una cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 2 dientes de ajo
- una cucharada de perejil picado
ELABORACIÓN:
Pon en una cazuela la cucharada de aceite y el ajo picado.
Cuando se haya dorado un poquito echas las chirlas que previamente habrás lavado con agua.
Espolvoreas el perejil por encima y le pones la tapa (al poner la tapa conseguirás que las chirlas se cocinen al vapor en sus propios jugos).
Se irán abriendo y desprendiendo su jugo y se irá creando la salsa junto con el aceite, el perejil y el ajo.
De vez en cuando la remueves y en 5 minutos las tienes hechas. Así de fácil.
Puedes acompañarlas con un plato de arroz o de pasta, unas patatas cocidas o simplemente un trozo de pan para untar en la salsa, que está ¡buenísima! On egin!
Etiquetas: nº 221 | mayo 2023