Viernes, 22 Noviembre 2024

El hierro es un mineral imprescindible para la vida, es el que se encarga, entre otras cosas, de transportar oxígeno a nuestros órganos y tejidos para que funcionen con normalidad. La falta de hierro, cosa común en mujeres en edad fértil, suele producir sensación de fatiga y debilidad entre otros síntomas.

Ventresca viene de ventral, de vientre. Se trata de la parte del pescado que contiene a las vísceras, a la tripa.

Todos los pescados tienen ventresca, los azules, los blancos, los grandes y los pequeños, hasta los planos. 

Pero sólo hacemos uso culinario expreso de algunas de ellas, las que tienen cierto tamaño, y especialmente las que ofrecen características de resistencia al calor, al fuego. Como la del mero, la corvina, el lampo y, por supuesto, las de todos los túnidos como el atún rojo o el bonito del norte.

Se trata, sin lugar a dudas, de la parte más jugosa del pescado. Que sea la zona más grasa del animal le confiere, además de esa jugosidad, un rango de sabores que la acción del calor es capaz de realzar sobremanera. 

Tan grasa y sabrosa es la ventresca que hay personas a las que no les gusta nada, bien porque les resulta demasiado fuerte de sabor, o porque se les hace de digestión muy pesada.

A mi, personalmente, la ventresca me encanta. 

Me parece la parte del pescado que mayores matices aporta a mi paladar, junto con las zonas próximas a los huesos, a la cola y las cabezas (observalo la próxima vez que comas cualquier pescado: un txitxarro, una lubina o una lotxa por ejemplo).

Una ventresca es una fiesta de sabores y de texturas que no tiene parangón.

Sé que mucha gente no se atreve a llevarse una ventresca a casa porque no sabe qué hacer con ella (lo mismo me sucede a mí con ciertos vegetales y legumbres…), pero no hay que preocuparse, cocinar bien una ventresca es bastante más fácil de lo que una se imagina, solo hay que prestar atención, y en cuestión de unos pocos minutos la tienes hecha.

Aunque estamos en verano,y es tiempo de brasas y barbacoas al aire libre, yo te voy a explicar aquí cómo poder disfrutar de una ventresca en tu casa, para que veas que no son imprescindibles unas ascuas ni una parrilla para poder sacarle todo lo mejor.

Además, y como no podría ser de otra manera, te propongo acompañarla de los frutos de nuestras huertas de verano. 

Espero que te guste.


VENTRESCA, MENDRESKA, IJADA...
LA CRÈME DE LA CRÈME !!

 

 

CAROL ANTXOAK 20220331 153248 wOJ210INGREDIENTES (Para 2 personas):

  • 1 ventresca de bonito para 2 entera
  • 6 pimientos verdes medianos de la huerta
  • 4 dientes de ajo
  • 1 cebolla hermosa
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Sal en escamas

 

ELABORACIÓN:

1.-  Pones a pochar en una plancha o sartén grande (donde luego cocinarás la ventresca) los pimientos, la cebolla y los ajos. Todo cortado finamente. En el aceite que hayas elegido y con una pizca de sal.

2..- Mientras se pocha, vas preparando tu ventresca. Con un paño húmedo o un papel de cocina le vas quitando las impurezas que han quedado en su superficie, luego la secas un poquito, la salas por ambos lados y la dejas atemperar en un plato sobre la encimera.

3.- Cuando esté la verdura en el punto que a tí te gusta la sacas en un plato, la tapas para que no se enfríe y reservas.

4.- Untas bien la ventresca con aceite.

5.- Calientas a fuego medio/alto esa misma sartén (que aún conserva los aromas del pochado) y colocas sobre ella la ventresca con la parte de la piel hacia arriba. Así, la carne se hará al contacto con la superficie caliente. 

6.- Aquí es donde debes estar muy vigilante, los minutos que ha de estar la ventresca en esa posición dependerán del grosor de esta. Pero grosso modo calcula que a los 2 o 3 minutos ya le tendrás que dar la vuelta. Recuerda que el bonito se cocina muy muy rápido.

7.- Al darle la vuelta y colocar la dura piel sobre la sartén conseguirás que la capa de rica grasa que hay entre la piel y el músculo (sanos omega 3) se disuelva por la acción del calor y se integre en la carne de la ventresca, cocinándola y otorgándole unos sabores difíciles de olvidar. 

8.- Con otros 2 o 3 minutos a fuego medio/alto sobre ese lado también será suficiente para conseguir el efecto deseado.

9.- Y ya tienes tu ventresca cocinada, así de fácil. Ya solo te queda emplatar

10.- Colocas en una bonita bandeja la ventresca con la piel hacia abajo, pones sobre ella el pochado de verduras, sazonas con un poco de sal en escamas, echas un chorrito de aceite de oliva virgen

 

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CAROL ARCHELI

PESCADERÍA ESPE
www.pescaderiaespe.com

 

Etiquetas: nº 222 | junio 2023

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