Seguro que algunos os estáis preguntando qué es eso de vignerons. En el mundo del vino cada “artista” tiene su denominación y en función de ella, hablaremos del viticultor, del viñador o del vigneron.
El viticultor es aquel que ha nacido y crecido a pie de viña, puede trabajar para otros o para sí mismo pero su vida es el viñedo, donde pasa la mayor parte del tiempo. No suelen hacer vino (salvo excepciones o el que realizan para autoconsumo) y venden la uva a la cooperativa.
El viñador, otro de nuestros protagonistas, es un personaje muy conocido en Francia (allí son los “negociants”) que por aquí apareció un poco más tarde. Son los que se definen como “guardianes del viñedo”, aunque realmente el término francés les hace más justicia, ya que son personas que compran directamente uva a los viticultores para hacer su propio vino.
Ahora sí. Llega la hora de los vignerons. En este caso, además, os los he presentado como independientes y de Huesca, así que la intriga aumenta. Para añadir algo de suspense, ahí va otro dato curioso. En la Edad Media, el cultivo del viñedo se extendía a toda la provincia de Huesca, por lo que no se hace extraño que este precioso enclave acoja hoy en día a la D.O. Somontano, una de las más reconocidas de la península. Pero esa es otra historia.
Volviendo a lo nuestro y como habréis deducido, el término vigneron viene del francés y no tiene traducción porque, hasta hace poco tiempo, apenas existían fuera del país vecino. Un vigneron es aquel que cultiva la vid, produce sus vinos de forma artesanal con su uva, por supuesto, y mima todo el proceso, hasta terminar por comercializarlo con su marca, que muchas veces es su propio nombre o el de la familia.
Son personas inquietas, creativas, con un toque de pasión y locura imprescindibles para dedicarse a este mundo, pero a la vez, suelen tener un gran espíritu crítico y emprendedor además de fuerza y coraje. Yo los llamo “los valientes” del mundo del vino, sin querer por supuesto, menospreciar a nadie.
Vignerons independientes de Huesca es un precioso proyecto que nace en 2018 impulsado por una pareja de soñadores, Javier y Nieves, amantes del vino y propietarios de una tienda gourmet situada en Ainsa, precioso pueblo medieval, elegido como el “Pueblo más bonito de España” en 2023 por la prestigiosa revista National Geographic.
Este sello independiente tiene como objetivo principal añadir valor a la gastronomía oscense de productos km0, mediante vinos de alta calidad, elaborados en pequeñas bodegas de la provincia. Bodegas Edra, Bodega Libre y Salvaje, Bodega Estrada Palacio, Bodega Sers, El vino del desierto y Bodegas Alodia, buscan la diferenciación del producto y la vinculación al territorio con el famoso lema italiano de la “Triple A” (Agricultor-Artesano-Artista).
Javier los define como “vinos apasionantes cultivados con humildad”. Yo, que he tenido la oportunidad de probar algunos de ellos, me atrevo a deciros que son vinos que te regalan un precioso viaje por el territorio, sus diferentes paisajes y altitudes (entre 450 y 1200 metros) y en los que, en cada copa, se percibe el amor y el cariño con el que han sido trabajados. ¡Salud!
NERE ARIZTOY
Consultora de turismo gastronómico especializada
en sistema alimentarios
Etiquetas: nº 231 | marzo 2024
