La Navidad es una época ideal para viajar y descubrir nuevos rincones. Os propongo una escapada con doble destino. El primero es el parque de La Huerta de Guadián (Palencia). Gracias al jardín secreto con 450 rosas de luz, al paseo de los sueños, a la morada del druida y a la zona de las estrellas, el lugar se convierte durante estas fechas en El Bosque Mágico. Un espacio que invita a vivir un viaje lleno de magia y de sorpresas, pudiendo contemplar el espectáculo gratuito de luz y sonido durante media hora.
Pero hemos de continuar ruta que prometo que merece mucho la pena. De Palencia nos desplazamos a Frómista, pequeño pueblo de menos de 900 habitantes y una de las poblaciones más emblemáticas del Camino de Santiago Francés.
También es allí donde se encuentra el neoasador castellano Villa de Frómista, con Andoni Sánchez al frente, segunda generación de un negocio familiar que iniciaron su padre y su tío de vuelta al pueblo, tras años de experiencia hostelera. Este templo de la comida tradicional castellana con asados, guisos de toda la vida y especialidades como el lechazo churro de la zona, se ha visto renovado con la llegada de Andoni, que mantiene la base tradicional, pero ya ha comenzado a abrir nuevas líneas.
Andoni es un gran defensor del producto Km0 y trabaja a la perfección todo aquel que le rodea: verduras, hortalizas, quesos, carnes, el pichón de Tierra de Campos, las setas de temporada, el pato… Los transforma en platos que triunfan, como los níscalos guisados con calabaza, la ensalada de pichón escabechado de Tierra de Campos o el arroz de pato y foie.
Una completa bodega con 70 referencias que se adaptan a todos los bolsillos y postres de esos que te elevan de la silla, completan la fiesta. Tarta de queso de Oveja Palentina, limón relleno con coulant de chocolate blanco, manzana rellena de mousse de chocolate negro…
Esto sí que es una dulce Navidad.
TURISMO GASTRONÓMICO
NERE ARIZTOY
Consultora de turismo gastronómico especializada
en sistema alimentarios
Etiquetas: nº 216 | diciembre 2022