Dos empresas andaluzas de larga tradición, Barbadillo e Inés Rosales invitan a los amantes de nuevas experiencias gastronómicas a embarcarse en un recorrido por el río Guadalquivir, de Sevilla a Sanlúcar de Barrameda.
Cuenta la leyenda que dos mujeres emprendieron un largo viaje por separado y que el destino las unió para crear aromas y sabores inolvidables. Ha sido esta historia, todavía desconozco si fantasía o realidad, la inspiración para la creación de una alianza con mucho sabor. 500 años después, dos empresas andaluzas de larga tradición, Barbadillo e Inés Rosales invitan a los amantes de nuevas experiencias gastronómicas a embarcarse en un recorrido por el río Guadalquivir, de Sevilla a Sanlúcar de Barrameda.
Se cumplen 5 siglos de la primera circunnavegación, de aquella expedición capitaneada por Fernando de Magallanes y que en compañía de otro intrépido navegante, Juan Sebastián Elcano, partió de Sevilla río abajo el 10 de Agosto de 1519 con la intención de iniciar una expedición que abriría una nueva ruta para llegar a la Especería por el occidente. El 20 de septiembre de ese mismo año, 239 marineros partieron del puerto de Sanlúcar de Barrameda para iniciar una travesía que duraría 3 años.
Aquella aventura trajo de vuelta nuevos ingredientes y costumbres culinarias que revolucionaron nuestra gastronomía. La cocina española experimentó una fusión de sabores y olores que perduran hoy día. Gastronomía y viajes, viajes y gastronomía. Bendita y enriquecedora fusión una vez más.
Uno de los descubrimientos de este viaje fue la naranja amarga, producto que hallaron en Filipinas, lugar donde vivieron algunos de los momentos más duros de la expedición, tras la muerte de Magallanes a manos de los indígenas y el final de su sueño de dar la vuelta al mundo que quedaría enterrado para siempre junto a él en aquella isla lejana. También el vino de Jerez estuvo presente en la expedición, ya que, según se cuenta, formaba parte del aprovisionamiento de los marineros.
Ambos son los productos que han servido de inspiración a estas dos empresas para la recreación de parte de aquel viaje. La empresa sevillana Inés Rosales se dedica desde su fundación en 1910 a la fabricación de productos de repostería tradicional andaluza. La torta de aceite original se lleva elaborando desde entonces con la misma receta. La fórmula fue rescatada por Inés Rosales Cabello del legado familiar. Continúan haciéndose a mano una a una, para la obtención de su singular textura ligera, crujiente y hojaldrada.
En esta ocasión, se han añadido nuevos ingredientes a esa receta para esta edición especial, creando una deliciosa torta con naranja amarga y otra muy especial con canela, evocando el toque exótico de las especias que motivaron la expedición.
Por su parte, Bodegas Barbadillo propone para el maridaje su Eva cream, un vino emblemático cuya marca se registró en 1923. Un Jerez muy especial, elaborado con uvas Pedro Ximénez y Palomino Fino, conjunción perfecta entre Oloroso y Pedro Ximénez, válido tanto para acompañar platos dulces como salados. Es el resultado de más de 5 años de crianza tradicional bajo el sistema de criaderas y soleras en las centenarias bodegas.
La leyenda de Inés y Eva es, en definitiva, un delicioso viaje al pasado para degustar con calma mientras imaginamos ese fascinante recorrido alrededor del mundo…
TURISMO GASTRONÓMICO
NERE ARIZTOY
Consultora de turismo gastronómico especializada
en sistema alimentarios
Etiquetas: nº 199 - junio 2021