ARROZ, FLAMENCO Y MISTELA: LOS PALACIOS Y VILLAFRANCA

A veces la vida te sorprende regalándote lugares con los que no contabas. Y cuando menos te lo esperas surge la magia, ese instante único que sabes va a permanecer en tu memoria y en tu retina durante mucho tiempo, tal vez toda tu vida.

Uno de esos momentos ha sido el que viví recientemente en una de las visitas más especiales en Los Palacios y Villafranca, municipio sevillano del Bajo Guadalquivir, conocido por sus Marismas, cuna de los mejores arroces.

Arrancar la mañana contemplando el infinito, el cielo azul, escuchando el silencio en medio de la grandeza de un entorno espectacular es un regalo para los sentidos. Ese lugar es también escenario para que descubramos la atarraya, arte de pesca tradicional en forma circular operado por una sola persona que en este caso se lleva a cabo desde tierra. Sorprendente.

Y continuamos viaje acercándonos a la gastronomía local más castiza. Nos trasladamos a Finca Barrón, especializada en el cultivo del tomate (el de Los Palacios tiene marca registrada), a la cooperativa las Nieves donde probamos la Mistela (licor elaborado con la mezcla de mosto y alcohol) y a Tierra Palaciega, fabricante de tomate frito natural, auténtica delicia.

Para terminar bien la mañana decidimos conocer la fábrica de cervezas artesanas Ocho Huellas antes de almorzar en el restaurante Manolo Mayo, uno de los más reconocidos.

No puede nadie marcharse de aquí sin antes probar los caracoles del Bar Antoñín, las pizzas del Bar Morillo, el restaurante Juanma y la Jamoneria. Sería pecado.

Los Palacios y Villafranca forman parte de la Ruta del Arroz de Sevilla. Todo el municipio se ha convertido en referente gastronómico de la provincia. Filosofía Km0, de la huerta y la marisma a la mesa.

Y por la noche llega el Festival de flamenco La Mistela, que merece una mención especial por ser referente cultural y por la calidad de sus espectáculos.

¿Os he contado que esto es un destino gastronómico? Pues a comer!.On egin!

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