Estoy recién aterrizada así que tal vez tenga mis emociones a flor de piel pero... lo mire por donde lo mire, sigo cabreada con el mundo y conmigo misma porque resulta inconcebible que en el año 2020 en Europa haya personas que pasen hambre, además de tener que sobrevivir en condiciones inhumanas. La isla griega de Lesbos se hizo mundialmente conocida en 2015 cuando fue puerto de llegada de más de 85.000 refugiados. Las imágenes del triste “cementerio de chalecos” y del pequeño Aylan, de tres años, ahogado en una cercana playa turca, dieron la vuelta al mundo. Los líderes europeos prometieron medidas urgentes que nunca llegaron. La situación en Lesbos en 2020 vuelve a ser caótica. Después de 5 años más de 20.000 refugiados viven hacinados en Moria (un campo “preparado” para 2.800 personas). Colas de horas para ir al baño (una ducha por cada 506 personas y un retrete por cada 210), para comer, para que les vea un médico, para tramitar sus peticiones de asilo… Por la noche hay peleas, gritos, robos…las mujeres duermen con pañal por miedo a agresiones sexuales
Greg Cavarnos, psicólogo de Médicos sin Fronteras en Moria, resume en una terrible frase el infierno que supone vivir allí: “Si pusieras a una persona sana que nunca ha tenido una experiencia particularmente traumática, a vivir en el campo como el resto de quienes están allí durante UN MES, desarrollaría un problema de salud mental. En un mes.” ZAPOREAK ha trabajado desde el año 2016 en Grecia y establecido diferentes cocinas solidarias en puntos estratégicos dependiendo de las necesidades del momento. No ha sido un camino fácil: Chios, Atenas, Patras y ahora se cumple un año desde el arranque de la cocina en LESBOS. A diario se preparan más de 1.400 raciones que se reparten entre las personas más vulnerables de Moria, enfermos crónicos, niños, ancianos… gracias a la colaboración con otras ONG’s establecidas en la isla como Team Humanity, Kitrinos Healthcare, Pikpa, Better Days, Movement on the ground y Rowing together. Pero hay que seguir avanzando y sobre todo hay que denunciar esta situación a todas luces inhumana.
Hay muchas formas de colaborar. Os animo a aportar vuestro granito de arena. Sed egoístas. Yo siempre recibo mucho más de lo que doy.
+ info: www.zaporeak.eus
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Etiquetas: nº 186 | marzo 2020