Hace unos años la sola idea de la presentación de un destino turístico como el que representa VISITGastrOH!, del que hemos hablado en varias ocasiones a lo largo de los últimos meses y sobre el que a la vez que este ejemplar publicamos un número especial monotemático, hubiera resultado algo imposible.

Y es que en temas turísticos, como sucede en otros ámbitos de la vida, cada administración, cada provincia, cada comarca... incluso a veces cada localidad, hace la guerra por su cuenta. Cada uno echa mano de sus recursos, se mira a su propio ombligo, hace la promoción exclusiva de sus recursos y no se preocupa  en mirar alrededor ni siquiera por mera curiosidad para ver qué está haciendo el vecino. Al fin y al cabo, lo mismo que sucede muchas veces en temas laborales, industriales, comerciales políticos... sálvese quien pueda y cada palo que aguante su vela.

Por eso, resulta edificante, aunque haya sido por un tiempo limitado y la continuidad del proyecto quede en suspenso hasta que de nuevo vuelva a haber una dotación económica que llegue de Europa, ver cómo unas administraciones políticas tan diferentes como son la de la Comunidad Autónoma de la Rioja, la Comunidad de Navarra, la del País Vasco, Iparralde y la región de Béarn hayan unido sus fuerzas y hayan sido capaces de tejer un argumento y crear una serie de material promocional para potenciar esas cinco regiones como un destino gastronómico único.

Cuando dentro de la misma D.O. Rioja las diferentes subdenominaciones andan día sí y día también a tortas por motivos políticos, cuando entre Bizkaia y Gipuzkoa son capaces de enfadarse por un quítame allá este puerto, cuando en función de quien gobierne se crean fricciones incomprensibles entre las administraciones de Navarra y la CAV, ver que en materia turística se puede llegar a un consenso resulta esperanzador y edificante. Y es que a un turista con inquietudes gastronómicas y culturales le da igual que le lleven al desierto de las Bardenas o a las murallas de Pau. Creemos por lo tanto sinergias para que se queden entre nosotros y nuestro destino les parezca atractivo. Siempre será interesante y enriquecedor para nuestros bares, restaurantes, productores...

Y si por un casual logramos que estas sinergias desemboquen en futuros acuerdos políticos y una futura convivencia menos estridente, démonos, además, con un canto en los dientes... Soñar es libre, ¿no les parece?

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ESTUPIDO CONCIENZUDO

JOSEMA AZPEITIA
Coordinador de Ondojan.com