“Si hacemos vino con un procedimiento ecológico, nuestro objetivo es y debe ser que lo consuman quienes viven aquí”.
No todos los días degustas un vino elaborado a más de 1.300 metros de altitud. Nuestra particular #RutaSlow nos lleva en esta ocasión por el Pirineo Aragonés, en concreto a Biescas y la Reserva de la Biosfera Ordesa – Viñamala. Nos reciben Pilar García y Ernest Guasch en su bodega “Bal Minuta” ubicada en Barbenuta. “Riesling”, “Gewürztraminer”, “Garnachas”, Chardonnay”, “Pinot Noir”, “Sauvignon”… nos encontramos en las viñas más altas de la Península Ibérica. La bodega se rige por los mismos principios de sostenibilidad y respeto con el entorno estando enclavada dentro de la propia montaña que le acoge. No sólo eso; “si hacemos vino con un procedimiento ecológico –pendiente de recibir la certificación-, nuestro objetivo es y debe ser que lo consuman quienes viven aquí. Sería absurdo llevar a miles y miles de kilómetros nuestras botellas con el consiguiente impacto ecológico, ¿no?”. Ante semejante razonamiento, poco más que añadir…
Una de las “perlas” de esta bodega es el “Vino de las Nieves”. El pasado año recibió la Medalla de Oro en el Concurso de Bruselas, uno de los más prestigiosos del mundo. Respecto de las variedades que tienen, “cuando vinimos hace ya 10 años, hicimos estudios de suelo y clima y tuvimos claro que teníamos que plantar variedades de ciclo corto: brotan tarde y maduran pronto. Y elegimos las que más nos gustaban. Y luego vimos que también eran factibles otras variedades”. Y en este punto, saltó la sorpresa. “Entre las autóctonas hemos encontrado que una de las variedades de esas parras sueltas que tenían los abuelos, era una variedad interesante que también tiene su réplica en Olite (Navarra). Y no es una mutación. Una variedad que está en Navarra y en el Pirineo Aragonés denota que es muy antigua”.
Estamos hablando de una uva blanca que está pendiente de reconocimiento oficial. “A ver… nosotros le hemos llamado siempre “Pargil” porque la encontramos en un campo de nuestros abuelos -Pardo y Gil-, pero claro, en Navarra también tienen la misma variedad. Por tanto, estamos pendientes de este estudio y así determinar que sea una variedad admisible por parte de Aragón y poder hacer vinos con esta variedad”. Respecto de las características que depara este vino, Pilar es contundente: “el vino es brutal: es una variedad adaptada a climas fríos, brota tarde, no le atacan los hongos, es muy rústica. Y enológicamente, muy aromática, con una acidez muy integrada. ¡Espectacular!”
LA RUTA SLOW
AITOR BUENDÍA
Eibarrés, Vitoria-Gasteiz
Comunicación y Slow Food
www.blogseitb.com/larutaslow
Etiquetas: nº 203 - octubre 2021