Slow Food ha iniciado la campaña “Meat the Change” con el objetivo de provocar una reflexión sobre las consecuencias de nuestras decisiones alimentarias. ¿Llevas una vida muy slow? Este es el título de un cuestionario corto sobre hábitos alimentarios que anima a contestar unas pocas preguntas como por ejemplo «¿Cuánta carne comes cada semana?» o «¿Qué criterio sigues para escoger carne cuando compras?». Los participantes sabrán cómo de slow es su vida y recibirán consejos personalizados para mejorar el hábito de consumo de carne.
¿Qué significa exactamente «ser más slow»? Significa comer menos carne y de mejor calidad. Las granjas sostenibles garantizan la calidad de la carne porque anteponen el bienestar de los animales, que pueden moverse libremente por pastos abiertos y se alimentan con comida orgánica. «Ser slow» significa tener un impacto medioambiental bajo. El consumo excesivo de carne de ganadería intensiva basada en un modelo industrial es un gran problema, tal y como demuestran numerosos estudios e informes. Otro inconveniente es que este modelo considera a los animales meras máquinas de carne, sin tener en cuenta su bienestar. El resultado final es la producción de carne barata y de baja calidad, que empeora la salud pública, así como los casos de cáncer y enfermedades cardíacas. Si el consumo mundial de carne se duplica entre ahora y 2050 (tal y como ha predicho la FAO), la carne consumida anualmente aumentará de más de 250 millones de toneladas a 500 millones de toneladas y el sistema se colapsará.
“La solución no implica eliminar la carne de tu dieta. Debemos apoyar a quienes practican la cría sostenible de animales, que a menudo cuidan de áreas marginales y protegen la biodiversidad, como los muchos ganaderos que preservan razas locales”, recuerda Slow Food. “Meat the Change” es un juego de palabras que nos invita a cambiar la carne en nuestra dieta y al mismo tiempo nos invita a aceptar el cambio. A través de elecciones de consumo más cuidadosas, podemos convertirnos en protagonistas.
LA RUTA SLOW
AITOR BUENDÍA
Eibarrés, Vitoria-Gasteiz
Comunicación y Slow Food
www.blogseitb.com/larutaslow
Etiquetas: nº 185 - febrero 2020