Viernes, 22 Noviembre 2024

UN SERVICIO SERVICIAL, QUE NO SERVIL

UN SERVICIO SERVICIAL, QUE NO SERVIL Imagen 1

 

Disculpe, señor. Si no me entrega el carrete, ahorita mismo lo ultimo. Con esas palabras recordaba el autor de 'El síndrome Viracocha' aquella ocasión en que le quisieron pegar un tiro, en Nicaragua, hablándole todo el rato de usted. Todo por hacer fotografías inoportunas en El Paso de la Yegua, donde era difícil distinguir a los sandinistas de los campesinos, porque una vez muertos y alineados en el suelo todos se parecían una barbaridad. Eso le gustó -no lo del balazo ni lo del rosario de cadáveres, sino el tratamiento-, y es que, concluía el escritor, a veces uno prefiere que lo balanceen, como dicen allí en Hispanoamérica, hablándole de usted, a que le tiren el café por encima, tuteándolo, como hacemos aquí. Moraleja: cuán importante es el servicio en todo negocio de hostelería.

Uno quiere pensar que no peca de ingenuo ni de caprichoso cuando espera una atención cuidadosa en los bares y restaurantes que visita. Nada exagerado, eh, simplemente educación, disposición y una mínima instrucción. No es de recibo que un camarero tenga que ojear la Wikipedia cada vez que le piden un vermú preparado, ni que desconozca la composición de los pintxos que se alinean en su barra, y mucho menos que, hablando de vinos, no sepa distinguir una denominación de origen de una variedad de uva. Cuando se da, resulta exasperante tamaño desinterés, pues las referidas son demandas tan elementales que no deberían ponerse en cuestión. Tampoco estoy pidiendo que todo hostelero pueda afirmar lo mismo que Albert Raurich cuando se refiere al personal de Dos Palillos y Dos Pebrots: “nuestros camareros cocinan y los cocineros sirven las mesas. Los camareros estudian, conocen los productos de temporada y entienden de vinos; los cocineros rematan platos delante de los clientes y los camareros reciben y atienden”. Suena idílico, pero también un tanto exagerado. Conformémonos con que la persona a quien confiamos la satisfacción de nuestra sed y nuestra hambre cuente con la mínima preparación y se muestre servicial, que no servil. Démonos por satisfechos, pero exijámoslo, también.

  

 

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Igor Cubillo OJ145

   

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IGOR CUBILLO 
Periodista, economista, equilibrista
Director de la web gastronómica
http://loquecomadonmanuel.com

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