Viernes, 22 Noviembre 2024

TRIPONTZI: COCINA HONESTA Y RESPETO POR LA TRADICIÓN

JAKITEA Gure Betiko Sukaldaritza

 

TRIPONTZI: COCINA HONESTA Y RESPETO POR LA TRADICIÓN Imagen 1

 

Hay restaurantes que le hacen a uno sentir una gran confianza desde el momento mismo que se atraviesa la puerta de entrada. Es lo que hemos sentido siempre en el Tripontzi de Hernani, un pequeño bar-restaurante situado en pleno casco histórico de la localidad de Donostialdea, a un paso de la plaza y el ayuntamiento, en el mismo emplazamiento que tuvo en su día el mítico Iruntxi. De hecho, mucha gente sigue llamando así al restaurante comandado por Igor Muñoa (Berrobi) y Amaia Aizpurua cuyo padre, Pedro, felizmente jubilado, fue quien dio merecida fama al local antes de que éste pasara, en 2004, a manos de su hija y su pareja. 

La entrada en Tripontzi es la habitual en muchos bares-restaurantes. Es más, si no sabemos que al fondo hay un comedor debidamente acondicionado, el lugar nos puede parecer externamente un bar más y bastante estrecho, además. Pero una vez atravesado el pequeño pasillo de entrada nos encontramos con un pequeño pero muy bien aprovechado comedor, discreto, luminoso y acogedor, en el que podemos comer de mesa y mantel contemplando el trajín de la cocina del establecimiento, que permanece abierta de par en par mostrando sin vergüenza sus interiores a todo el que se acerque a la puerta.

Y es que Berrobi y Amaia no tienen nada que ocultar. Su cocina es aparentemente sencilla y honesta, basada al 100% en el producto y buscando siempre la mejor relación calidad-precio para el comensal. Estos principios, irrenunciables en esta casa, nos son demostrados con el primer entrante: un señor plato de Jamón Duroc, dulzón, con una textura realmente agradable, sabroso y con una grasa muy equilibrada. “En todas partes optan por el ibérico y nosotros queríamos un jamón bueno pero que permita disfrutar del mismo con una buena relación calidad-precio. Así que encontramos este jamón del que se puede servir una hermosa ración por 12 euros y la gente está encantada”.

Igualmente satisfactorias resultan las Gambas blancas de Huelva con las que sigue el menú: de intenso sabor, pasadas el mínimo por la plancha para mantener su exquisita tesxtura y servidas a la temperatura perfecta. Dos entrantes de diez.

Platos de factura impecable

Entrando en los platos propiamente dichos, arrancamos con una de las especialidades de la casa, el Txangurro a la donostiarra elaborado, de principio a fin, en casa. “Sólo nosotros sabemos las horas que pasamos aquí picando txangurro, pero a la gente le encanta y hecho aquí está mucho más rico” nos cuenta orgulloso Igor. Alguna que otra pequeña cáscara entre nuestros dientes, así como el fantástico sabor nos dejan clara su sinceridad.

Seguimos con otro plato fetiche del local, la Brocheta de langostino y bacon, que Igor borda con una exquisita salsa elaborada con nata, mantequilla, perejil y una gota de Coñac. Ingredientes simples que logran un resultado en boca extraordinario.

Las Almejas a la marinera que continúan la degustación nos hacen ya quitarnos la txapela ante el arte de esta pareja, ya que son sin duda unas de las mejores que hemos probado nunca, hermosas, suculentas y acompañadas de un pil-pil de morirse a untar pan, al igual que el Revuelto de hongos en cocotte que sigue el menú nos deja boquiabiertos por su presentación, su sabor y su cremosidad. No en vano Igor lo prepara “a la francesa”, al baño María y removiéndolo pacientemente una y otra vez hasta que el huevo alcanza consistencia de pomada. Una exquisitez que en pocos sitios se cuida de una forma tan especial.

Para terminar los platos principales, Amaia e Igor nos ofrecen  una Txuleta de Viejo servida en su punto perfecto, tostada por fuera y roja por dentro acompañada de dos guarniciones de lujo: unos piquillos confitados de saltar las lágrimas y unas patatas caseras que rivalizan en gusto con la propia txuleta.

Y antes del café y la agradable tertulia que mantuvimos hasta el atardecer, Berrobi nos sirvió una descomunal copa con flan, helados, nata, algo de tarta...”Llevo tiempo reivindicando la ‘Copa de la casa’, ese postre que antes era imprescindible en cualquier comida en Euskal Herria y que ahora nadi pide y casi nadie ofrece. Lo estamos recuperando y esperamos que vuelva a ponerse de moda”. Ni que decir tiene que nos pareció una idea fantástica.

Un lugar sencillo y accesible

Tripontzi abre todos los días de la semana, salvo el domingo, y entre semana ofrece un excelente menú de cocina tradicional a 12,50 euros, así como un menú degustación de fin de semana de 7-8 platos, terminado siempre en pescado y txuleta, al excelente precio de 35 euros, bebida aparte. 

La de Igor y Amaia es una apuesta clara, atractiva e ilusionante por la tradición vasca, aquellos restaurantes de antaño en los que el trato es tan importante como la comida y en los que se comía rico y barato buscando, sobre todo, la satisfacción del comensal. Volveremos a Tripontzi porque nos encantó su ambiente y su naturalidad y, sobre todo su cocina de la que todavía nos quedan por probar sus atractivas ensaladas, que constituyen una importante parte de su carta, y sus pescados que, según tenemos entendido, son tan bien cuidados o más que su excelente carne... esperamos contárosolo en nuestra próxima visita que, además, coincidirá con una inminente reforma que aumentará en 4-5 mesas la capacidad del comedor... estén atentos a sus pantallas. 

 

TRIPONTZI JATETXEA

Andra Mari, 11 - HERNANI
Tf: 943 55 57 24 1

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