Viernes, 22 Noviembre 2024

CURIOSIDADES Y BENEFICIOS NUTRICIONALES DEL PIMIENTO MORRÓN

CURIOSIDADES Y BENEFICIOS NUTRICIONALES DEL PIMIENTO MORRÓN Imagen 1

 

El pimiento morrón es el fruto de la especie Capsicum annuumm, familia de las Solanáceas, a la cual pertenecen unas 2.700 especies de plantas, entre ellas las berenjenas, los tomates o las patatas. Aunque hay muchos tipos de pimientos y guindillas, picantes y no picantes, colores, sabores, tamaños y formas, todos pertenecen a la misma especie.

 

El pimiento morrón es el fruto de la especie Capsicum annuumm, familia de las Solanáceas, a la cual pertenecen unas 2.700 especies de plantas, entre ellas las berenjenas, los tomates o las patatas. Aunque hay muchos tipos de pimientos y guindillas, picantes y no picantes, colores, sabores, tamaños y formas, todos pertenecen a la misma especie.

El morrón es originario del pimiento picante de América. En México se han encontrado restos arqueológicos de semillas de pimientos (chiles) en el valle de Tehuacán (Méjico) que datan del año 5000-3000 a.C, por lo que se piensa que en esa época los habitantes de Mesoamérica ya lo cultivaban. Actualmente todavía es posible encontrar variedades silvestres en la zona que va desde el sur de los Estados Unidos hasta Colombia o el norte del Perú, estas variedades se conocen con los nombres de chile soltero o chile loco, chiltepín, y el chile maax ik de la península de Yucatán (Mexico).

Cristóbal Colón y sus acompañantes en el año 1.493 fueron los primeros europeos que los comieron. Hay quienes dicen que, al descubrir su sabor picante, los españoles pensaron que se trataba de una nueva variedad de pimienta roja -no hay que olvidar que iban en buscan una ruta para ir a Indias y comercio de las especias- por lo que rebautizaron este fruto como pimiento. Aunque otras fuentes, señalan que su nombre deriva del “pigmentum” que se obtenía del fruto molido. Colón trajo las semillas de distintas variedades a España, desde donde se extendió por todo el continente Europeo, y posteriormente se diseminó por el Mediano Oriente, Asia, África y también en la parte norte de América donde antes no se conocía.

Sin embargo, la hortaliza no resultó del agrado de los españoles y europeos por ser demasiado picante para el paladar de la época. El pimiento no consiguió tener éxito en las mesas europeas hasta finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando se obtuvieron, mediante la selección natural, variedades más grandes, poco picantes y más dulces, es decir, lo que hoy denominamos pimiento morrón, dulce o ají. El nombre “ají” es de origen antillano y el “chile” es de origen mexicano, ambos son derivación de los nombres que utilizaban los indígenas de dichas regiones.

El morrón, que como su nombre indica, tiene forma de hocico o morro, es también conocido como hocico de buey o pimiento de bonete, y es una verdura que se consume prácticamente en todo el mundo. Este tipo de pimiento es el único miembro del género Capsicum que no produce capsaicina, una sustancia que provoca una fuerte sensación de ardor cuando entra en contacto con las mucosas, lo que denominamos picante. Por tanto, los morrones se sitúan en el nivel más bajo en la escala de los picantes, o escala Scoville, lo que significa que no pican. Esta ausencia de capsaicina se debe a un gen que elimina este compuesto y, en consecuencia también, la sensación “picante”. Este gen está sobrescrito en el pimiento Mexibell, una variedad híbrida de pimiento morrón que produce pequeñas cantidades de capsaicina (y por lo tanto es ligeramente picante).

Cabe señalar que el picante no se corresponde con ningún sabor, sino que es una sensación mental. Se trata de una sensación de dolor que se produce cuando las papilas gustativas de la boca entran en contacto con ciertas sustancias, por ejemplo la capsaicina de los pimiento, como hemos comentado. La pungencia que causa la capsaicina es parecida la sensación de quemadura en la boca, de hecho los ingleses para indicar que algo es picante utilizan la palabra “hot” que también significa caliente o caluroso. Los nociceptores son los receptores del dolor que responden al picante, estos se encuentran no solo en la boca sino también en otras mucosas como en las fosas nasales, órganos genitales, o en el ano, El hecho de que también tengamos estos nociceptores en el ano ha llevado a más de uno, a un desagradable recuerdo tras comer algo muy picante e ir al inodoro.

Si has comido demasiado picante, un vaso de leche entera es mejor opción que un vaso de agua. La capsaicina es insoluble en agua, pero soluble en grasas y la leche entera contiene grasa. Una bebida alcohólica también te ayudará a apagar mejor ese dolor del picante porque la capsaicina es más soluble en alcohol que en agua.

Uno puede ir acostumbrándose a la capsaicina y, por tanto, también a la comida “picante”. A medida que te habitúas a la comida picante necesitas que tenga más capsaicina para notar su efecto, hasta el punto que lo muy picante nos produce una adicción agradable. Curiosamente las aves no son sensibles a la capsaicina y, por tanto, son unos buenos dispersores de las semillas.

 

Un alimento con pocas calorías pero con muchas propiedades nutritivas

Los pimientos morrones son un alimento con un elevado contenido en agua (94%), pocos carbohidratos (5%), apenas proteínas 1%, y una cantidad insignificante de grasas. Sólo aportan 24 kilocalorias por cada 100 gramos, por lo que se pueden comer muchos sin que te aporten exceso de calorías, pero además son una fuente importante de vitaminas y minerales, aparte de contener fibra.

Son unos de los alimentos con mayor contenido de vitamina C. Una sola ración de pimiento morrón aporta, por término medio, más del 200% de las ingestas recomendadas de vitamina C. La vitamina C es importante para múltiples funciones de nuestro organismo, entre ellas: apoyo al sistema inmunológico, aumento de la absorción de hierro de los alimentos vegetales, producir colágeno, es esencial para curar heridas y formar el tejido conectivo. Tiene una potente capacidad antioxidante, neutralizando los radicales libres y disminuyendo el riesgo de cáncer y otras enfermedades asociadas al estrés oxidativo.

La forma de vitamina A que contienen los pimientos rojos se llama betacaroteno, que nuestro organismo convierte en la forma activa de vitamina A. Cien gramos de pimiento rojo crudo proporciona entre 750 y 1000 Unidades Internacionales de vitamina A, que supone el 25-33% de la cantidad diaria recomendada para un adulto. El betacaroteno es lo que les confiere a los pimientos sus colores naranja o rojo. La vitamina A juega un papel esencial en la: visión, función inmune, reproducción, crecimiento celular, funcionamiento normal de los órganos.

Los pimientos también son una buena fuente de otras vitaminas y minerales tales como la Vitamina B6, muy importante para el mantenimiento del sistema nervioso. Cien gramos de pimientos rojos aportan el 23% de la cantidad recomendada de vitamina B6. También poseen un contenido moderado de ácido fólico (o vitamina B9), que es esencial para el crecimiento y desarrollo normal de las células, por lo tanto, fundamental durante el embarazo. Así como de Vitamina E necesaria para el sistema inmunológico y mantener sanos nuestros vasos sanguíneos.

Los pimientos morrones son una fuente importante de fibra, cada 100 gramos de pimientos contienen 2 gramos de fibra, que promueve la salud intestinal, favoreciendo las deposiciones regulares.

Los pimientos morrones tienen excelentes antioxidantes (flavonoides, luteina, vitamina C, betacaroteno, licopeno). Estos compuestos nos ayudan a prevenir el daño celular oxidativo, que es importante para prevenir ciertas enfermedades como el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o neurológicas.

La luteína y zeaxantina son dos sustancias que se encuentran en la mácula lútea ocular y protegen al ojo frente a la degeneración macular relacionada con la edad y las cataratas. Los pimientos rojos y amarillos contienen una cantidad importante de estos compuestos, que pueden ayudar a proteger la salud ocular.

El contenido de macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas) y fibra de los pimientos de distinto color no difieren mucho. Los pimientos rojos, amarillos y anaranjados son simplemente las formas maduras de diferentes pimientos verdes, por lo que tienden a ser más caros. Sin embargo, existen algunas diferencias en el contenido de vitaminas, minerales y fitonutrientes, aunque no son suficientes como para garantizar que uno sea mejor que otro. Por ejemplo, según la base de datos de nutrientes del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, los pimientos verdes contienen 80 miligramos de vitamina C por 100 gramos, mientras que los pimientos rojos y amarillos contienen alrededor de 180 miligramos por 100 gramos (más del triple de lo que contiene una naranja). Dado que la dosis diaria recomendada para un adulto de vitamina C es de 75 a 90 miligramos por día, cualquiera de los dos es una buena opción como fuente dietética de vitamina C, aunque, lógicamente son preferibles los rojos.

Los pimientos también difieren en el contenido de betacaroteno (una forma de vitamina A) un pimiento rojo contiene 9 veces más betacaroteno que un pimiento verde. Los pimientos rojos tienen aproximadamente 10 veces más cantidad de luteína y zeaxantina que los verdes; y existe una fuerte evidencia científica de que estos carotenoides son importantes para la salud ocular.

Así pues, un pimiento rojo aporta el doble de vitamina C. Pero no debemos olvidad que una porción de pimientos verdes todavía proporciona el 100% de la cantidad sugerida de vitamina C, y que todos al cocinarlos, asarlos o secarlos pierden una cantidad importante de esta vitamina.

 

Algunas contraindicaciones

Aunque poco frecuente, algunas personas el consumo de pimientos les puede causar algún inconveniente tales como intolerancia o alergia. No se debe confundir una alergia con una intolerancia. Con una intolerancia, la persona puede experimentar algunos problemas digestivos después de ingerir el alimento. Con una alergia, los problemas son más graves, como un sarpullido o problemas respiratorios.

Los pimientos, como hemos comentado al principio son parte de una familia de vegetales conocidos como solanáceas. En algunas personas, el consumo de solanáceas puede provocarles irritación e inflamación intestinal. En cambio la alergia a los pimientos morrones se suele deber a una reacción cruzada entre esta verdura y el polen. Si alguna persona cree que pueden tener alergia o intolerancia a los pimientos, debe consultar a su médico para realizar las pruebas correspondientes.

 

Mitos sobre el sabor del pimiento

No es cierto que los pimientos morrones se diferencien en el sabor porque tienen diferente sexo, es un mito. Carecen de fundamento científico los que sostienen que los pimientos de cuatro lóbulos son hembras y que tienes mejor sabor, y en cambio los de 3 son machos con peor sabor. Los pimientos no tienen sexo. En realidad lo que determina el sabor de un pimiento es la variedad, la madurez, terreno, clima, si son de invernadero o no, o el agua de regadío. Algo parecido con lo que ocurre con otras verduras o frutos.

 

  

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Miguel Pocoví Mieras 
Catedrático de Bioquímica

Natural de Mallorca y residente en Zaragoza, catedrático de bioquímica jubilado, vicepresidente de la Academia de Ciencias de Zaragoza y presidente de la Fundación Grande Covián. 

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