Mirar los conflictos actuales, desde los más cercanos hasta los más lejanos, es sentir como se te encoge el corazón. Es ver una humanidad compleja llena de odio y venganza. Ojalá revisar la historia nos pudiera dar una perspectiva para no caer en los mismos errores.

2023 empieza a ver su final y yo ya he empezado a mirar qué herramientas tenemos a nuestro alcance para poder soportar y transformar la realidad de una sociedad cansada, que vive en unos grandes almacenes transparentes como diría Byung-Chul Han, el nuevo rockstar de la filosofía, al que le critican de no tener un pensamiento original pero que describe de una manera comprensible la sociedad del rendimiento en la que vivimos hoy.

La herramienta que quiero adoptar y conocer para usar en la transformación de lo que está en mi pequeño micro-mundo cotidiano es la antropología socio-cultural en la rama de la alimentación. Esta disciplina examina cómo las prácticas alimentarias, los sistemas de producción de alimentos y las representaciones simbólicas de los alimentos varían en diferentes sociedades y culturas, y cómo estas prácticas e ideas influyen en la construcción y mantenimiento de identidades culturales y sociales.

Estamos desbordados de retos que afrontar pero, ¿cuáles son los más apremiantes? y ¿cómo la antropología nos puede ayudar?

Cambio climático, desarrollo sostenible y seguridad alimentaria:

La antropología de la alimentación investiga cómo el cambio climático afecta la disponibilidad de alimentos, especialmente en comunidades vulnerables. Se analiza la adaptación de los sistemas alimentarios locales y las estrategias de subsistencia de las comunidades para hacer frente a estos desafíos. Contribuyendo a la promoción del desarrollo sostenible al considerar el impacto de las acciones humanas en el medio ambiente y en las comunidades locales, proporcionando una visión holística de cómo las sociedades interactúan con su entorno, lo que ayuda a identificar formas más sostenibles de desarrollo, analizando el papel de la alimentación como factor clave en la conservación ambiental y la mitigación del cambio climático.

Desigualdades alimentarias:

Las desigualdades sociales y económicas influyen en el acceso y la calidad de los alimentos. La antropología de la alimentación investiga y analiza cómo esto perpetúa la pobreza y la malnutrición en distintas comunidades y estratos sociales ayudando a comprender las causas y consecuencias de estas desigualdades, así como a proponer estrategias para abordarlas.

Globalización alimentaria e identidad cultural:

Se estudia cómo la globalización, el comercio internacional, la migración masiva afectan los hábitos alimentarios y las prácticas culinarias de diferentes culturas. Se investiga cómo la alimentación juega un papel central en la formación de identidades  culturales y en la expresión de la diversidad cultural. Se analizan prácticas alimentarias tradicionales(siempre en constante movimiento), rituales y ceremoniales, así como las formas en que la migración y la diáspora influyen en los hábitos alimentarios de las comunidades.

En un mundo cada vez más interconectado, es crucial tener una comprensión profunda de la diversidad cultural y promover relaciones pacíficas y cooperativas entre los pueblos y las diferentes sociedades. La antropología proporciona herramientas y enfoques para comprender la complejidad de estos problemas y proponer soluciones desde una perspectiva intercultural. Su enfoque interdisciplinario y su capacidad para considerar la diversidad y complejidad de las sociedades humanas la convierten en una herramienta crucial para afrontar los desafíos contemporáneos.

Demasiado pedir para una rama que está un poco marginada, pero la esperanza por una sociedad mejor es uno de los motores que impulsa los cambios.

Y mientras afilo esta nueva herramienta seguiré disfrutando de los amaneceres rosas y azules ante tanta incomprensión.

   
DIETÉTICA
y alimentación

Carolina Rïn
Dietista Colegiada nº 1887