Domingo, 24 Noviembre 2024

LA PRIMAVERA, LA SANGRE ALTERA

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Así clama el refranero popular y yo no puedo más que darle la razón. Y tanto que altera, la mía de hecho, ¡¡¡hierve!!!!

Polen, gramíneas, ácaros, pelo de gato, caspa de perro, ojos de murciélago… la lista es larga para los que padecemos alergias que estallan en primavera y no decaen hasta agosto en el caso de los más afortunados.

Dice el Holismo que las partes de un todo no funcionan separadas. La sinergia entre ellas es la clave para entender porque nuestro cuerpo se revela a agentes externos como si no hubiera un mañana. Esta reacción desmedida ante sustancias que a priori no son peligrosas para nuestra salud debería preocuparnos más allá de automedicarnos con el antihistamínico de turno, que lo haremos, yo la primera. 

Parpadean en neón; Sistema Inmunológico Débil y Emociones Contenidas.

La alimentación actual y el modo en que cocinamos privan a los alimentos de su verdadero ser. Nutrirnos. Los alimentos reales salen de la tierra y del mar pero nuestra moderna vida desnaturalizada nos arrastra a comprar al “super” donde el 90% de los comestibles NO son alimentos de verdad, sino Productos Alimentarios.

Entonces, primer paso para reducir la urticaria física es comer de verdad. La estación en la que nos encontramos nos pide depurar, cocinando con menos sal, más líquido y más verdura. 

Siguiente paso para reducir la urticaria emocional, Liberarse. Quitarse de encima la ansiedad, los comentarios tóxicos y los complejos incapacitantes. Todo es relativo.

Para cumplir con todos los preceptos sagrados de gurú verde que soy (modo ironía on), recomiendo encarecidamente darse una vuelta por cualquier monte florecido que tengamos a mano, recoger unas cuantas zizazuris y preparar este guisito. Respiren hondo, ¡aunque estornuden después!

 

 

CAZUELA DE PRIMAVERA

INGREDIENTES:

  • Un manojo de puerros
  • Tres puñados de guisantes frescos
  • Tres patatas medianas
  • Un puñado de zizazuri, si hay suerte
  • Aceite de sésamo
  • Sal
  • Pimienta negra recién molida
  • Unos rabanitos frescos.

 

A GUISAR:

En un fondo de aceite de sésamo pochamos el puerro en juliana. Este aceite soporta mejor las altas temperaturas y añadimos otras propiedades. Pelamos las patatas y los guisantes. Pochado el puerro 15 minutos mínimo, añadimos las patata cascadas en trozos pequeños y los guisantes. Salamos, cubrimos de agua mineral y cocemos durante 15 minutos. Terminamos rehogando las zizas con un chorretón de aceite y sirviendo en el plato. Los rabanitos, a modo de guarnición, aportan el toque crujiente y refrescante.

 

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ANNE OTEGI
OSOA sukaldaritza&ikaskuntza
info.osoa@gmail.com