Jueves, 21 Noviembre 2024

COCINAR CON CERVEZA

Me encantan esos momentos cuando en las sociedades gastronómicas se deja por un momento de hablar de fútbol, de política o de lo mal que lo está pasando el banquero de la esquina. Y se pregunta en voz alta cuántas cervezas vamos a beber mientras cocinamos y hablamos de cocina, del restaurante ése que hace el marmitako perfecto o de ese otro que hace el mejor sushi de la ciudad.

Todos con nuestras cervezas, más a gusto que nadie. Y a los pollos que estamos asando al horno… pues un botellín por donde ya no le duele. Consiguiendo así que la piel quede dorada y la carne tremendamente jugosa. 

Por no hablar de enriquecer con alguna cerveza artesana un pan casero, de esos que al cabo de dos días está más bueno con la corteza crujiente y una buena miga consistente. 

O de esa tempura para las rabas o verduras, echa de harina, sal y cerveza rubia ¡prueba con una IPA!, que queda de lo más crujiente. Y las marmitas de carnes estofadas, con chocolate y un buen vaso de alguna Porter, tenéis que probarlo.

Las cervezas también pueden ser un buen acompañante para mariscos, a mí me gustan con cervezas oscuras. Para pescados, las más aconsejables en este caso quizás sean las Lager o Pilsner ligeras. Para barbacoas, las que sean más lupulizadas, como las doble IPA o Bitters inglesas, ya que refrescan y “limpian” la boca

Para postres, pues depende, para tiramisú o tartas con chocolate siempre van bien las cervezas negras, pero con helado o algo más ligero una cerveza artesana rubia suele ser la mejor opción.

Te recomiendo mucho, pero mucho, probar la Mikkeller, elaborada para el famoso restaurante de Girona El Celler de Can Roca. Es una Pilsner trampa, (parece una IPA) buenísima, con toques a fruta blanca, suave, con poca graduación. Y muy recomendable para beber cuando haga un día con mucho sol.  

¡Salud, cocina y cerveza!

 

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