ALEMANIA
Parece mentira, pero este pasado mes de noviembre ha sido mi primera vez en Alemania. Obviamente he ido a lo que tenía que ir, a beber y a comer.
Me ha sorprendido el gran consumo que hay en los bares, el buen rollo que hay en ellos y la hospitalidad de los alemanes.
Lo primero que quiero decir es que pensaba que iba a ser caro, y que para cenar algo y beber dos cervezas me iban a soplar 100€ todos los días, y para nada; me parecieron precios muy populares. En cualquier bierhaus podías pedir medio litro de una weissbier a 3´20€, y un plato con diferentes salchichas con salsa de rábano, por unos 6€, así que genial.
Segundo, que los alemanes no tienen hora para empezar a beber; cogí un vuelo de Múnich a Bilbao a las 8:10 de la mañana, y allí estaban empinando el codo desde bien temprano. Eso sí, todas las botellas son de cristal reutilizable, por lo que tienes que devolverlas en algún establecimiento cuando las acabas. Imagino que así abaratan costes de producción de nuevas botellas. ¡Devuélvelas!
Y tercero, aunque sí que son grandes consumidores de cerveza, consumen siempre las 8 más conocidas (parecido que en Bélgica). Cuesta mucho encontrar pequeños cerveceros independientes que elaboren estilos más modernos. Pero bueno, si escarbas bien, puedes encontrar cosas muy interesantes.
Pero eso sí, no podemos negar que la Historia de Alemania está estrechamente relacionada con la cerveza.
Para acabar os quiero recomendar que probéis el estilo de cerveza Steinbier. Este estilo, no tan conocido, consiste en calentar piedras y echarlas a la olla de maceración. Con esto no solo se consigue calentar el mosto, si no que también que muchos azúcares se caramelicen sobre la piedra. Este azúcar se redisuelve después en el enfriado aportando un ligero toque ahumado que le da a la cerveza un sabor característico.
BURP...!
ARNAU ESTRADER
BAGA BIGA FAKTORIA
Pº Ramón María Lili, 8 (Gros)
DONOSTIA - SAN SEBASTIÁN