ENSEÑANZAS RECÍPROCAS
Hay comics que resultan mucho más instructivos y tentadores que las mejores guías o tratados gastronómicos. En el caso del que nos ocupa, “Los ignorantes”, es imposible terminar su lectura y no sentir curiosidad por probar los vinos sobre los que en él se habla. El tebeo en cuestión, además, hace que crezca nuestro respecto por los modos de vinificación sostenibles o técnicas como la biodinámica, además de hacer que aumente nuestra consciencia acerca de la gran unión existente entre la viticultura, la tierra y la naturaleza.
El punto de partida de este tocho de casi 300 páginas que se lee de una sentada es tan simple como original: un autor de comics francés, Étienne Davodeau, propone a un viticultor del Loira, Richard Léroy, pasar un año juntos. Étienne presenciará y tomará parte en todo el proceso anual de elaboración del vino y Richard conocerá el proceso de realización de un cómic. Richard hará conocer a Étienne a otros viticultores, bodegueros, restauradores... relacionados con su mundo, y le hará probar docenas de botellas de buen vino. Étienne, por su parte, hará conocer a Richard imprentas, le presentará a otros autores de cómic, le hará acudir a una reunión editorial, le acompañará a los diversos salones de cómic que se celebran en Francia y le hará leer docenas de buenos comics. Sin duda, un buen trato.
“Los ignorantes” narra de una forma sencilla, cercana y pausada, por momentos en tiempo real, este año en el que un viticultor terminará conociendo todos los vericuetos del mundo del cómic y un autor de “bande dessinée” se convertirá en entendido en vinos. Dos ignorantes que se convertirán en expertos. Hay momentos realmente mágicos como cuando ambos autores acuden, a las 5 de la mañana, a regar las viñas con una disolución de agua y tres gramos de silicio por hectárea siguiendo los principios de la biodinámica, o como cuando visitan a otro viticultor independiente, Jean François Ganevat.
El dibujo de Davodeau es agradable e impecable y la obra gustará tanto a los amantes del cómic como a los del vino, pero cuando ambas pasiones se juntan, como en el caso del que esto firma, la experiencia de leer Los ignorantes es altamente gratificante. De hecho, no acaba con la lectura del comic: hace un mes disfruté como pocas veces con una botella de “Les Noels de Montbenault”, uno de los más afamados vinos de Leroy, y en mi bodega me espera una botella de “Les Rouliers”, otro de sus grandes vinos, así como otra botella del mencionado Jean François Ganevat. Estoy seguro de que no me decepcionará ninguna de ellas.
“LOS IGNORANTES”.
ÉTIENNE DAVODEAU.
EDICIONES LA CÚPULA
272 PÁGS.
27,00 €