El número 100 está siempre rodeado de un aura especial y posee buena importancia en diferentes órdenes de nuestra existencia. Es el origen de los porcentajes, la temperatura en grados centígrados a la que hierve el agua a nivel del mar, el número de años que tiene un siglo, el numero de divisiones de la mayoría de las divisas del mundo...En numerología simboliza a Dios en lo absoluto, se le considera un augurio excelente para la salud, vivir por ejemplo en una casa con número 100 o conseguir u obtener un billete que termine en 100 son síntomas de buena suerte...

También era, me imagino que lo seguirá siendo, la máxima nota a la que podías aspirar en el colegio o la universidad. El centenario para, por ejemplo, un club de fútbol, es siempre sinónimo de celebración, es un año especial en el que se echa una mirada hacia atrás y se recuerdan los orígenes y el camino recorrido. Para los jugadores suele ser una cifra especial... que si es el partido número 100 en primera, que si ha metido cien goles con un club, que si ha sido cien veces internacional...

En el mundo del vino, la presencia más popular del número 100 se encuentra en las guías de vinos y suele ser la máxima puntuación que asignan los llamados "gurús" del vino a los caldos que, según ellos, se muestran de forma más excepcional. También resulta un valor añadido para un vino cuando hablamos de cepas centenarias, puesto que como ya he contado en otras ocasiones, la edad del viñedo puede ser, en muchos casos, un importante factor de calidad.

Ciertamente podríamos estar así un buen rato, podríamos llenar cien páginas como ésta y nos quedaríamos todavía cortos.

Ah!, y se me olvidaba lo más importante, cien son también los números de Ondojan.com editados hasta la fecha.

El hecho de haber realizado algo cien veces es muy significativo, altamente valorado por la sociedad, transmite confianza y seguridad y muestra ejemplo de buen hacer a futuras generaciones...

En definitiva, este número 100 bien merece un homenaje, recordar y reflexionar sobre cómo fueron los comienzos, la trayectoria, las alegrías y las tristezas y en definitiva disfrutar de la satisfacción del trabajo bien hecho.

Pues bien, amigos de Ondojan, esto merece una celebración y no se me ocurre nada mejor para el momento que una buena botella de Champagne. Podría recomendar cien vinos para este momento o dar cien razones por las que celebrarlo con Champagne pero no, no quiero aburrir más. Aquí va sólo uno, eso si, uno excepcional, un Champagne al que le doy cien puntos en mi guía particular:

Pascal Doquet Grand Cru "Le Mesnil sur Oger" Brut Blanc de Blancs 1995

Porque refleja con maestría la pureza, singularidad, intensidad y complejidad de los mejores vinos de uno de los pueblos más míticos de toda la Champaña, Le Mesnil-sur-Oger. Porque es de los mejores espumosos que conozco en relación placer-precio.

Porque muestra cómo algo tan sencillo como una uva puede convertirse en algo tan grandioso y de extremo disfrute. Porque te convence de la estrecha conexión, gracias a sus suelos mellizos, entre Champagne y Jerez.

Porque es un vino que emociona y la emoción es lo más bonito que puedes encontrarte en un vino.

Pero sobre todo porque es el número 100 de Ondojan...

Zorionak!

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