Encontrar la bodega-casa de Toni Gelabert no resulta tarea fácil, ni siquiera con GPS. Después de unas cuantas vueltas en balde por las afueras de Manacor, tomamos la sabia decisión de apagar el dichoso cacharro y preguntar a los oriundos de la zona. Tras un par de explicaciones y algún que otro despiste más, tomamos la preciosa senda entre cultivos locales que lleva hasta la casa-bodega de Toni y su familia.
Nada más atravesar la puerta, me llamó la atención una buena cantidad de de reputados vinos del mundo que llenaban multitud de huecos en los muebles...y por supuesto todas las botellas estaban vacías. Siempre he sido de la opinión de que para hacer excelentes vinos es necesario beber también grandes vinos.

Toni es además una persona tranquila, cercana, sencilla y amable, amante de su tierra, del vino y de la gastronomía. Tanto es así que tras hablarle de las maravillas de nuestra tierra (embajador giputxi allá donde vaya), ya le teníamos en Donosti a los pocos meses con otros seis amigos más para disfrutar de nuestras bondades culinarias.

El equilibrio espiritual y marcada personalidad que transmite su persona se refleja perfectamente en sus vinos, envolventes, sutiles, equilibrados, profundos…

Negre de Sa Colonia es uno de sus tintos más destacados, pertenece a la D.O. Pla i Llevant y procede de un viñedo de la autóctona Callet de Manacor, asentada sobre la ladera de el promontorio que da nombre al vino, con un suelo muy particular, el cual transmite en el vino unas sensaciones muy particulares.

A pesar de proceder de un clima cálido mantiene una magnifica frescura, en absoluto se muestra pesado y a pesar de su juventud -la añada de la que hablo es la 2009- sus trece meses de barrica se encuentran magistralmente integrados.

Desde mi punto de vista se trata de su mejor vino y no precisamente el más caro. 21 euritos de inversión que incluyen botella y "viaje astral" a través de paisajes mallorquines...

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