RIGATONI CON RAGÚ AL VINO
INGREDIENTES:
- 500gr de ternera para guisar
- 1 ó 2 chalotas
- 1 cebolla
- 2 zanahorias
- 1 ó 2 dientes de ajo
- 1 ñora
- 2 cucharillas de salsa de tomates secos
- 1 copa de vino tinto Rioja Crianza
- 1 guindilla cayena
- Agua
- Sal
- Aceite de oliva
- Pasta rigatoni
- Parmesano
- Albahaca fresca
ELABORACIÓN:
Cortaremos la carne en dados medianos, le pondremos sal y la marcaremos en la cazuela donde vayamos a cocinarla con un par de cucharas soperas de aceite de oliva. Sacaremos y reservaremos.
En las misma cazuela pocharemos el ajo picado, la chalota, la cebolla y la zanahoria bien picadas también. También añadiremos la guindilla.
Cuando esté la verdura pochada volveremos a meter la carne, añadiremos la carne de la ñora que habremos hidratado en agua caliente 5 minutos y las 2 cucharillas de salsa de tomates secos.
A continuación añadiremos la copa de vino tinto, un buen vino, dejaremos evaporar el alcohol y añadiremos el agua sobrante de hidratar las ñoras y agua hasta cubrir.
Dejaremos cocinar un par de horas a fuego medio. La carne tiene que quedar tierna y la salsa ligada.
Con ayuda de un tenedor deshilacharemos la carne.
Coceremos la pasta, escurriremos y añadiremos el guiso de carne. Removeremos bien y serviremos con parmesano recién rallado y unas hojas de albahaca fresca.
EL VINO lleva siglos manchando mesas, copas, manteles y comisuras de labios. Este caldo que es una gran cultura ha pasado de tinajas a jarras, de barriles a botellas y de éstas a botellas etiquetadas, en muchos casos con grandes momentos visualmente artísticos para llamar nuestra atención y que ese caldo se venga con nosotros a casa o nos sorprenda al ser mostrado en un local hostelero. Y queda en la retina de nuestros ojos si al llevárnoslo a la boca acompaña ese momento de ingenio embotellado. Pero muchas veces esos grandes zumos fermentados no enseñan su diseño y nos los podemos encontrar en salsas, asados y hasta postres, y es ahí donde tienes que tener en cuenta que una cocina para disfrutarla, tanto o mas que con esa botella que acompaña la copa que balanceas entre tus manos, tiene que estar a la altura de esos viñedos que hacen su magia. Por eso, siempre hay que cocinar con ese vino del que te tomarías una copa, y si es posible tomártela mientras la cazuela hace chup-chup y compartes una conversación agradable en la cocina. Y así, con buen vino y un buen plato el camino siempre es mas acompañado y con las vistas mas bonitas.
Ainara López
Madre y divulgadora gastronómica