AINARA LÓPEZ “AINARA LO” (BLOGUERA Y COMUNICADORA GASTRONÓMICA)
“CREO QUE EN OTRA VIDA FUI UNA GRAN MAMMA ITALIANA”
Más conocida por su nombre de guerra, Ainara Lo (Donostia, 1978) nació un martes y trece de un año, según ella, de “cosecha excelente”. Siguiendo con sus propias palabras, esta cocinera admite tener “el currículum de Homer Simpson, porque he trabajado de muchas cosas, eso sí, menos en una central nuclear” Los trabajos que han marcado su vida los ha desarrollado, en orden temporal, en el Hotel María Cristina cuando todavía era estudiante, en diferentes comercios de su familia, y en un obrador “de cuyo nombre no consigue acordarse”. También se ha movido en diferentes trabajos y ambientes en los que ha podido hacer lo que más le gusta en esta vida: transmitir sus conocimientos culinarios, algo que, a ser posible, le gusta hacer a nivel presencial. Desde junio de 2012 podéis seguir a Ainara en su web www.unrincondemicocina.com, asi como en Facebook, en Twitter, en Youtube y, sobre todo, en los más interesantes bares y restaurantes de Donostia que gusta de recorrer y degustar siempre que puede y, a poder ser, en compañía de su marido y su hija, sus cómplices y compañeros de aventuras.
Josema Azpeitia / Caricatura: Javier Etayo "Tasio"
¿Además de la cocina y la gastronomía, qué aficiones cultivas?
Me encanta el cine y la música, es probable que no pudiera vivir sin ellos como me pasa con la buena comida. Un concierto o una buena peli en una sala de cine me parecen de las mejores cosas. También me gusta leer y escribir, sobre todo con un café y viendo como llueve fuera.
¿Cuál es tu lugar favorito en Donostia? ¿Y en Gipuzkoa?
Va a sonar a topicazo pero es el que es y no puedo negarlo. Mi lugar es el Peine del Viento pero de una manera espiritual y solitaria, me gusta ir allí, sentarme, oler, sentir y ver. Es un lugar que me da paz y me ayuda a ordenar ideas.
¿Y en el resto de Euskal Herria?
Hondarribia me parece precioso, es como meterse en un cuento pero si me tengo que quedar con un solo lugar, uno de esos que te deja con la boca abierta, ese es el Flysch de Zumaia. En ese lugar aparte de poder sentir y tocar la historia se puede intuir lo que fuimos, bueno mas bien lo que fue nuestra casa que es éste planeta. No tiene comparación.
¿Y en el resto del mundo?
Tengo como parte de mí, París, es una ciudad que adoro porque parte de los mejores recuerdos de infancia que tengo son de allí, tengo familia e iba con mucha asiduidad. Aunque tengo que reconocer que al país que volvería siempre sería a Italia, creo que otra vida fui una gran mamma.
¿Cuál ha sido tu mejor viaje?
Todavía está por hacer seguro., me gusta pensar así porque me parece muy complicado quedarse con uno. Aunque tengo que decir que tengo un gran recuerdo de cuando viajamos a Grecia, visitar Atenas y recorrer aquellas islas... y cómo se come! No lo olvidaré nunca.
¿Y el viaje que te queda por hacer?
Entre los muchos lugares que me quedan por conocer Egipto es una de mis asignaturas pendientes, seguiremos intentándolo. También me falta Japón, no me puede llamar más ese país y su gastronomía. Pero también me queda Perú, Argentina, Nueva York, Praga, Croacia...
¿Qué es lo que más valoras en una persona?
La honestidad. Seas lo que seas, te pase lo que te pase, se honesto. Me gustan las personas honestas porque generalmente el que es honesto, es trasparente, no esconde nada y eso es una maravilla. Mucho más importante que la sinceridad es la honestidad, si eres justo contigo mismo también lo serás con los demás.
¿Y qué detestas en una persona?
Detesto la envidia y la falta de empatía, creo que también van de la mano. La envidia saca lo peor del ser humano y además hace que se malgaste la energía. Hay que ser listos y manejar nuestra energía para construir y no destruir. Me gusta pensar que lo que generas es lo que recibes, me da paz mental pensar así y creo que el mundo seria mejor lugar si intentáramos dejar lo mejor de nosotros sin mirar más allá.
¿Dónde has vivido tu mejor experiencia gastronómica?
Quitando los callos de mi ama que no tienen parangón, creo que ha sido cada vez que he pisado la casa de Martín Berasategi, realmente es un lugar que recuerdo siempre, no olvidaré jamás sabores y platos de ese lugar. Esto es como las pelis del montón, del montón que no recuerdas si las vistes pero si te gustan, ay! Si te gustan puedes casi recordar secuencias enteras, no las olvidarás nunca. Recordar es lo que hace de un menú o un plato algo superior.
¿Cuál es el producto o costumbre gastronómica que más valoras en Euskal Herria?
Creo que si me tengo que quedar con una costumbre nuestra, me quedaría con las sidrerías, el txotx, el menú, la experiencia de compartir mesa con otros.
¿Y el producto o costumbre que más te ha sorprendido fuera de aquí?
He probado todo tipo de cosas, hasta insectos pero creo que nunca olvidaré en el mercado de Atenas, la carne sin refrigerar cómo olía, hasta entonces no conocía ese olor, aquí la carne está en frío (menos mal) y no huele a nada.
¿Cual es tu plato favorito para comer?
Es difícil quedarme con uno pero imagino que un buen mejillón tigre me vuelve loca. Pero uno bueno bueno como los que hago yo. Es brutal, un poco de picante y a poder ser con el relleno y la capa de bechamel diferenciadas. Me gusta chupar hasta la concha.
¿Y tu plato favorito para preparar?
Me gusta cocinar de todo y la gozo cuando aquello que se me ocurrió funciona. Me gusta guisar y amasar, así que imagino que un buen guiso de carne, de chipis o hasta de langostinos metidos en un buen pan bao y bien aderezados es de las cosas más divertidas y realmente increíbles que me pueden hacer pasar un buen rato en mi cocina. Pero me va cocinar de todo pero sobre todo cuando se puede cocinar sin prisas y con una copa de vino.
¿Se te resiste algún plato o producto, ya sea para comerlo o para prepararlo?
Creo que soy capaz de comer practicamente de todo aunque si me vas a invitar a comer, no me pongas sesos por favor.
Sugiérenos dos restaurantes en Donostia o Gipuzkoa.
La Kofradia de pescadores del puerto de Donostia me ha parecido una gran aportación al puerto, es un gustazo. Del resto difícil quedarme con uno, depende para qué o para cuando o con quien, hay tanto y tan bueno...
¿Y un par de restaurantes de Euskal Herria o del resto del mundo?
La mejor pizza que he comido en mi vida fue en el restaurante La Focaccia de Roma, sabría ir con los ojos cerrados, una callejuela cerca de Piazza Navona. El otro, un restaurante que estaba en una callejuela de Atenas y que no recuerdo el nombre pero sabría ir sin duda, cordero sobre un pan plano, ensalada de tomate, salsiki... Y si me dejas tres te digo que si pasas por Arcachón pásate por Chez Boulan a comerte unas buenas ostras con una copa de vino blanco.
¿Un cocinero o cocinera que te haya sorprendido?
No sé si es sorprender y he de decir que aunque he probado platos de él, nunca he estado en su restaurante. Cada vez que veo a Hilario Arbelaitz en el auditorio del Kursaal en Gastronomika me deja totalmente pegada al asiento por su manera de trasmitir todo el amor que tiene a la cocina y a la vida. Tengo que ir a Zuberoa...
COVID-19... ¿Cómo lo estás viviendo?
Creo que esto va para largo y tenemos que seguir adelante como sea. Así que hay que adaptarse. Por lo demás los estoy viviendo todavía asimilando este mundo de locos que se nos ha quedado, no puedo dejar de decirme a mi misma cómo puede ser esto. Esperemos que podamos volver pronto y que no hayamos perdido mucho más de lo que ya estamos perdiendo.
¿Que consecuencias traerá a la gastronomía?
Parados en el tiempo, así me lo imagino, en todos los aspectos. Lo malo es que tiene el añadido que cuando el reloj se ponga otra vez en marcha puede que muchos se hayan quedado sin cuerda. La pérdida de talento, el que ya conocemos y el que queda por conocer, se puede ver perdido en todo esto, la vuelta puede ser muy cuesta arriba.
Un poco de positivismo: ¿Qué harías si te tocara la lotería?
Siempre pienso en cómo lo compartiría, me hace feliz eso. Y aparte de todo lo material, no es lo primero que me viene a la mente mucho más allá de tener una cocina gigante y un comedor bien enorme para sentar a muchos a mi mesa para gozarla, lo que más suelo pensar es: Qué feliz sería con todo el tiempo y el mundo entero ahí esperándote.
CON LAS MANOS EN LA MASA
Javier Etayo "TASIO"
Ilustrador gráfico y hombre multidisciplinar