SUBVERSIÓN ALIMENTARIA
A nadie se le escapa que la actual crisis sanitaria está siendo la excusa perfecta para todo tipo de acciones de control hacia la ciudadanía. Control sanitario, control económico, control laboral, control horario, control emocional…
Controlados hasta la extenuación, pocas vías de evasión nos quedan al común de los mortales y no entiendo muy bien el empeño de las instituciones en cerrar estas, puesto que nos veremos abocados a la subversión y al desacato absoluto.
Si, lo sé, soy ingenua por naturaleza y todavía creo en la conciencia colectiva como arma para combatir la injusticia, disculpen mi osadía.
Descartada esta opción solo me queda instigar a las hordas gastronómicas a la subversión alimentaria como única herramienta de cambio social; el consumo consciente. No les hablo de nada nuevo, al fin y al cabo, todo está inventado, pero como con las leyes absurdas, siempre nos queda algún camino nuevo que explorar, vamos a ello.
CONSUMO LOCAL
Concepto trillado hasta la extenuación pero a mi entender poco comprendido.
Consumir local consiste en comprar lo que necesitas a gente que conoces. Así de simple. El grado de compromiso lo pones tú.
Un ejemplo; compramos tomates.
A) Compramos tomates en el supermercado que tenemos en nuestra localidad.
B) Compramos tomates en el supermercado de nuestra localidad, sabiendo que el sello que los ampara nos garantiza una producción cercana.
C) Compramos tomates a nuestra vecina en su tienda de barrio y nos habla de dónde viene ese tomate.
D) Compramos tomate al productor ecológico que conocemos, porque sabemos que NO utiliza ningún abono químico que producen, por cierto, las farmacéuticas que por ejemplo existen en China y contaminan, aún más, nuestras tierras, ríos y agua potable.
Consumir local significa también todas estas cosas. Preocuparse por la economía de la gente que nos rodea, tener en cuenta los procesos de mercado, lo que implica y cuidar nuestro entorno, porque no disponemos de otro.
No importa el grado de COMPROMISO, siempre que haya CONSCIENCIA y ahora es el momento perfecto para tomar CONCIENCIA.
Practiquemos la subversión, aunque solo sea alimentaria. Quién sabe, acaso el mono vuelva a ponerse de pie.
OSOA propone una receta de producto local, estacional y sin apenas desperdicio alimentario. Es tan fácil que casi no desperdicias ni tu tiempo. Se libre de enriquecerla a tu gusto.
CREMOSO DE PATATA Y CRUCÍFERAS CON HONGOS TEMPRANEROS
INGREDIENTES:
- Tallos de brócoli, hojas de berza, etc.
- 2 o 3 patatas majas
- 2 dientes de ajo
- Agua o caldo disponible (de verduras, de carne, de huesos…)
- Hongos, si tenemos esa suerte o cualquier otra seta
DATO NUTRICIONAL
Las patatas son una fuente de hidratos de carbono estupenda. Relajan el estómago y tienen un suave efecto sedante.
Las setas disponen de proteínas vegetales y fitoquímicos beneficiosos para nuestro sistema inmune.
Receta perfecta para la cena.
MÉTODO:
Pelar el tallo de brócoli y trocearlo. Añadir a una cazuela junto con las hojas de berza y los ajos picados.
Pelar y cascar las patatas. Rehogar con aceite y sal. Cubrir de agua y cocer 20 minutos.
Pasar la crema por el turmix y corregir.
Laminar y dorar las setas en sartén. Espolvorear pimienta negra recién molida.
On egin!
EQUILIBRANDO
ANNE OTEGI
OSOA sukaldaritza&ikaskuntza
info.osoa@gmail.com