CELEBRAR EL OTOÑO
A nadie se le escapa que el otoño está aquí, cruzando la calle, llegando a nuestra puerta y traspasándola para quedarse un largo rato, no nos queda otra. Probablemente la melancolía se instale en nosotros una temporada y nos asalten ráfagas furiosas. No se alarmen, es el ciclo vital y poco podemos hacer para cambiar esto, aunque muchos de nosotros creamos que hoy en día todo haya cambiado y podemos hacer y deshacer a nuestro antojo. El otoño es recogimiento, calma y recolección. Pero nosotras estamos empezando el curso con nuestros pequeños a un ritmo frenético de clases, particulares y deporte escolar. Es un hecho y yo lo sufro como todas, pero no me resigno a abandonarme a la vorágine y celebro el otoño por que así me hago amiga suya y nos llevamos mejor.
El equinoccio del 23 de septiembre hace que la duración del día y la noche se equiparen de manera que se crea un equilibrio entre las horas de luz y de oscuridad. Equilibrio. Esa es la palabra que predico pero también la actividad que más practico. El fin de semana en mi casa nos despertamos tarde, desayunamos pan tostado con compota de manzanas, paseamos cuando no llueve y tomamos chocolate caliente cuando el agua empaña los cristales. Nos besamos mucho, nos hacemos cosquillas, mimos y nos abrazamos en el sofá viendo películas, familiares dicen. Dejamos de hacer unas cosas para poder hacer otras.
El verano te anima a degustar platos refrescantes, manjares opulentos en torno a una mesa alegre. El otoño te invita al confort, a las cremas templaditas, platos sencillos de verduras que maduran sin prisa, lenta y dulcemente. Setas, castañas, peras, calabaza...será que nací en octubre que me parecen los manjares más deliciosos, que le voy a hacer.
Celebro el otoño por que mi cuerpo cambia y me hago mayor y me pide que le escuche. Celebro el otoño sin aspavientos, que ya vendrá el viento y nos moverá por dentro.
¿La fiesta perfecta? Mis amores, un paseo en llano, sol de octubre y EL bocata. Por que a veces solo necesito un buen bocata para ser feliz.
BOCATA DE CALABAZA RUSTIDA, CEBOLLA CARAMELIZADA Y HUMMUS
INGREDIENTES:
- Un pan de verdad
- Hojas verdes al gusto
- Calabaza
- Cebolla
- Un bote de garbanzos cocidos
- Un limón
- Sal
- Aceite de oliva
- Tahini (no es imprescindible).
DISPONER:
Disponer en la bandeja del horno un fondo de cebolla en gajos, aceitar. Colocar sobre esta la calabaza en cuñas de 3 cm, aceitar. Asar en horno precalentado durante 20 min a 180º
Para el hummus, disponer en el vaso de la batidora los garbanzos aclarados y escurridos, el zumo de un limón exprimido, dos cucharadas soperas de tahini, sal y pimienta negra. Batir hasta conseguir un paté. En caso de necesitar líquido añadir agua templada.
Para montar el bocata, abrir el pan y tostarlo ligeramente. Untar ambos lados con el hummus, disponer cuantas hojas de lechuga, escarola, etc...que consideremos necesario y rellenar con calabaza y cebolla. Para un plus de alegría, antes de sacar la verdura del horno, regar con un chorrito de salsa de soja.
¡Disfruten el otoño!
EQUILIBRANDO
ANNE OTEGI
OSOA sukaldaritza&ikaskuntza
info.osoa@gmail.com