Jueves, 21 Noviembre 2024

Para botellón, el de Keler

Para botellón, el de Keler Imagen 1

 

Los hechos son los siguientes:

1.- Los jóvenes no pueden hacer botellón porque viene el Coco… co… co… Covid !!

2.- Los hosteleros no pueden colocar letreros de colores, ni logotipos luminosos, ni ninguna figura exterior que no siga las directrices municipales, porque ésta es una ciudad muy moñoña y hay que respetar su arquitectura y su armonía.

3.- Los ciudadanos de a pie no pueden beber en la calle, de nuevo por el Coco… co… co… Covid, pero es que por poder ni pueden beberse una cerveza o darle un trago a una botella de vino a ninguna hora ya sea en un banco del Boulevard, ya sea en un parque… porque supone hacer ostentación de bebidas alcohólicas, algo terminantemente prohibido por las ordenanzas municipales.

4.- Aunque no venga a cuento, para que entendamos como está la cosa, ni siquiera un hostelero-cocinero donostiarra de pro como Ander Gonzalez puede mostrar una botella de txakoli en su programa de ETB, ni siquiera aunque la receta exija txakoli para la salsa, porque está prohibida la exhibición de alcohol en los programas públicos de televisión. 

Bien, pues esos son los hechos.

Pero, siempre hay excepciones, así que con la excusa de que se está realizando una obra en la fachada encima de su sucursal donostiarra, Keler puede plantar, en mitad de lo más bonito y cuidado de Donostia, un enorme botellón de cerveza de varios pisos de altura, visible prácticamente desde todos los puntos cardinales de la ciudad. Así que mientras que un adolescente o un guiri que saca disimuladamente una cervecilla de su zurrón en Alderdi Eder se está arriesgando a que la siempre atenta policía municipal le meta un multako que lo deje temblando, cualquier menor de edad que cruce con sus padres el puente del Kursaal o que se pasee por el borde del Urumea va a estar contemplando continuamente y sin poder evitarlo un botellón de cerveza, bebida alcohólica para más señas, del tamaño del Aconcagua.

Y es que en esta hipócrita ciudad y esta hipócrita sociedad no hay como tener nombre, pasta o relaciones (o las tres cosas) para que algo que para otros es delito podamos multiplicarlo por mil y hacerlo como si tal cosa. 

Y que quede claro para que se me entienda: estoy totalmente a favor de que Keler exhiba impúdicamente y sin cortapisas su botella de cerveza, pero también de que la gente pueda beberse una cervecita en el parque, y de que los txikiteros y las cuadrillas puedan beber delante de los bares… y de que todos puedan hacer todo y que dejen de tocarnos los cojones, pero lo que nunca admitiré es la doble vara de medir que solo deja hacer las cosas a cierta gente que, mira qué casualidad, es siempre la que tiene poder y dinero !!

 

 

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ESTUPIDO CONCIENZUDO


JOSEMA AZPEITIA
Coordinador de Ondojan.com