EL MEJOR TOMATE LO TENEMOS EN ARETXABALETA
Marta Barba hizo en su día una tesis doctoral en torno a este tomate, desde una perspectiva feminista y ahondando en el carácter antropológico del tomate en cuanto a su producción, origen, adaptación a nuevas tierras como la nuestra…
Hay diferentes variedades de tomate, y a cada cual, estoy convencido, más rica y sabrosa. Ahora bien; a la hora de participar en campeonatos oficiales, como los celebrados en localidades cántabras como Bezana y Torrelavega, hay un tomate que ha destacado sobremanera sobre los demás. Y lo tenemos aquí, en Euskadi: el Tomate de Aretxabaleta. Que una zona tan pequeña y enclavada en Debagoiena haya obtenido el máximo galardón en España, es como para tenerlo en cuenta. David Aguirre es el productor que obtuvo dichos reconocimientos y es un buen ejemplo de otros pequeños productores que trabajan con esta variedad de tomate.
Apelando a la historia, hay que destacar la figura de Koldo Zubizarreta y Tomás Larrañaga, iniciadores de la variedad del tomate de Aretxabaleta. Hay un libro escrito por Marc Balalt sobre esta tipología concreta y explica todo el proceso. Y no sólo eso; Marta Barba hizo en su día una tesis doctoral en torno a este tomate, desde una perspectiva feminista y ahondando en el carácter antropológico del tomate en cuanto a su producción, origen, adaptación a nuevas tierras como la nuestra… (no hay que olvidar que su presencia entre nosotros es muy reciente, en torno a 500 años desde que llegaría vía las Américas).
En suma; el tomate tiene mucha historia detrás y no hay más que ver las diferentes variedades que nos podemos encontrar en el mercado. Sea como fuere, convendrá conmigo quien lea este artículo, que el mejor “mercado” que tenemos para los tomates que están cerrado su tiempo de disfrute, es contar con una buena amistad que te suministra buenos frutos u hortalizas como el que toca. Gazpacho, salmorejo y, naturalmente, en crudo con una chorrostada de Aceite de Oliva Virgen Extra, es imposible casi de superar.
Por tanto, no podemos menos que aplaudir la labor de estas pequeñas y pequeños productores que tenemos en Euskadi. Y una forma de cuidarles y mantenerles en el tiempo, es consumir sus productos, animarles a que sigan en esa noble tarea del cuidado del campo, del mantenimiento de nuestro ecosistema.
Aupa Aretxabaleta!
PD (Agradecimiento a Arantza de “Feel Euskadi” por ponerme sobre la pista)
LA RUTA SLOW
AITOR BUENDÍA
Eibarrés, Vitoria-Gasteiz
Comunicación y Slow Food
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