MOJARSE POR ONDOJAN.COM
No es fácil sacar a la calle todos los meses una publicación como Ondojan.com. A lo largo de la vida de una revista aparecen problemas de todo tipo: técnicos, económicos, personales... pero si hay voluntad, se van solventando todos y cuando llega el cierre la revista va a imprenta, llueva o truene. De la misma manera, a lo largo de ese tiempo hay gente que se acerca y ayuda. Bien sea como trabajador de la empresa, bien sea como anunciante, bien sea como colaborador ocasional... el caso es que cada uno aporta su granito de arena, se “moja” con el proyecto. Si no fuera por esas personas, hubiera sido mucho más difícil alcanzar este número.
Anunciantes: la columna vertebral
Primeramente, están los anunciantes. No olvidemos que una revista como Ondojan.com no recibe ni un céntimo de ayuda institucional. Por lo tanto, los anunciantes son nuestra columna vertebral, nuestro sustento. No sólo se mojan, sino que se rascan. El bolsillo, quiero decir. Porque una cosa es que un proyecto te guste y sus promotores te caigan bien, y otra muy distinta es invertir en ello. Por lo tanto, sirvan estas líneas para agradecer su confianza y su apoyo económico a todos y a cada uno de los cocineros, empresarios de hostelería, comerciantes... que han confiado en esta revista a lo largo de su singladura. Algunos, incluso, llevan con nosotros desde el nº 1, con lo que ello conlleva (están recogidos en la parte inferior de este artículo, y se merecen un monumento). También hemos visto apenados como algunos de ellos no han podido mantener a flote sus barcos y por una u otra circunstancia han tenido que cerrar su negocio. Hemos sufrido con ellos, no por lo que dejábamos de percibir, sino por ver que amigos que han confiado en nosotros, han tenido que bajarse de sus propios proyectos. Casa Marita, El Aurrera, Gaizka, Sidrería Aduriz, Bidarte, Leaburuko ostatua, Portaletas, Iturri, Basque, Trintxera, Kukua... son algunos de ellos y sirva de homenaje y agradecimiento el mencionarlos. No olvidamos el esfuerzo que hicieron hasta el final y lo devolveremos si las circunstancias nos lo permiten.
Redactores: los eternos machacados
No hay que olvidar a los redactores. El que cobren un sueldo o un dinero por su colaboración no les quita ningún mérito, pues el trabajar en un proyecto de pequeño tamaño como éste muchas veces significa meter más horas de las debidas, cobrar menos que lo trabajado, sufrir la esclavitud de los cierres y los imprevistos de última hora... Además, el redactor no se limita a hacer su trabajo mecánicamente. Propone temas, aporta su estilo dando un toque personal a los artículos... es decir, que también deja algo de sí en el proyecto. Javier Prudencio, Jon Lasa, Leire Cano, David Izquierdo, Iñaki Garmendia, Nerea Lizarralde, Mirentxu Etxeberria, José Gasco, Libe Andrés, Sergio Errasti, Maider Azurmendi, Eluska Ugalde, Idoia Luquin, Txisko Espinosa... hay más, pero no hay espacio para mencionar a todo el mundo y quien ha estado ya sabe que el agradecimiento va para ellos también (o eso espero).
Colaboradores: los ocasionales
Para ir terminando, no hay que olvidar a toda la gente que con sus artículos de opinión y reflexiones ha enriquecido la revista. También son legión los que han pasado por estas páginas, muchos de ellos por amor al arte o por un montante ridículo: Luis Mokoroa, Juan Carlos López, Alberto Gorritiberea, Ramón Eder, Manu Méndez, Carmelo Endolz, Dani Corman, David Martínez, Arnau Estrader, Joaquín Fernández, Txema Urrutia, Peio García Amiano, Mikel Corcuera, Félix Maraña... y qué decir de todos los cocineros y cocineras que nos han cedido una receta, los amigos que nos han ayudado con un problema o una gestión, los críticos, cocineros, periodistas, empresarios, escritores o “personalidades” que se han dejado entrevistar y han enriquecido estas páginas con su presencia... lo dicho anteriormente: son muchos para tan poco espacio y aunque hubiera el doble sería imposible mencionarlos a todos sin dejar lagunas. Todos los que han colaborado lo saben y saben que les estamos agradecidos, por haberse mojado por Ondojan.com.