Amante de lo auténtico, Iñaki ofrece una de las pocas bolas de carne caseras que encontramos en el panorama hostelero actual

”BOLA DE CARNE" (3 euros)

“Cada vez estoy más harto de encontrarme productos de quinta gama”. Iñaki Gartxo es contundente en sus apreciaciones y no es para menos. Y es que es normal el mosqueo en una persona que ha cuidado toda su vida al 100% el producto y la elaboración en su bar, al comprobar que la vulgaridad se va abriendo paso de una manera alarmante. 

Como reza la pizarra que luce en la entrada de su escondido pero muy popular bar, “La vida es muy corta para beber malos vinos”. Nosotros añadiríamos que “La vida es muy corta para comer mala comida” pero, lamentablemente, ambas cosas campan por sus anchas, desde el vino infumable que ofrecen a precio de saldo algunos distribuidores sin escrúpulos con tal de quitarse excedentes de encima, hasta la comida de segunda que no requiere más que de una breve regeneración en el microondas para ofrecer al cliente un producto falto de gracia, vida y salero. 

Menos mal que éste no es el caso de Iñaki Gartxo, que en nuestra última visita nos sorprendió con una auténtica bola de carne, un producto que ya dábamos por desaparecido en su concepción original (como está pasando con las croquetas) para ser sustituido casi en su totalidad por versiones industriales del mismo. Afortunadamente, el que busca encuentra, y al igual que hace poco trajimos a estas páginas la bola de carne casera, extraordinaria, que prepara William Aristizabal en el Bakar de Irun, hoy traemos la bola de Iñaki, un jugosísimo bocado de carne finamente picada bien rehogada con verduritas y cubierta de un finísimo y gustoso rebozado frágil y quebradizo que hace que el conjunto reviente en nuestra boca según le hincamos el diente o se desparrame en el plato cuando lo pinchamos con el tenedor. 

“Este es el culpable” afirma Iñaki orgulloso señalando a su cocinero y al habitáculo al final de la barra del que además de este bocado surgen otras muchas, muchísimas creaciones en miniatura que Iñaki bautiza con los nombres más insólitos como el muy solicitado “Swaroski” (Crema picante, sardina ahumada, cebolla y huevo) o el “Itsasmendi” (Panceta de bellota, alcachofa y gamba).  También podemos optar, entre otras propuestas, con una tortilla de patata con morcilla de Beasain, y es que este goierritarra, entre otras cosas, es de los que sacan pecho por su tierra y sus productos incluyéndolos en su carta.

Y como para acompañar un buen pintxo no hay cosa mejor que un buen vino, Iñaki se desvive por ofrecer a quien atraviesa el dintel de su puerta una variedad enológica digna de las mejores vinotecas de los alrededores, vinos que, además, ofrece aplicándoles en muchos casos bien sea una decantación por medio de su lujoso decantador Riedel, bien una necesaria aireación mediante el sistema “Ventury”... ¿Que de qué estamos hablando? Pues mire, si es usted una persona que disfruta con los buenos vinos y le suena a chino lo que está leyendo, usted necesita, urgentemente, una o varias sesiones de Gartxo, un par de conversaciones con Iñaki... y poco más para convertirse en otro adicto al Gartxo... déjese llevar !!

BAR GARTXO

Ibaiondo Industrialdea 118 (Ihurre) OLABERRIA