El alto de Altzagarate es una carretera sin continuación. Tras pasar por Arama y Altzaga llegamos a esta atalaya privilegiada desde la que se obtienen unas vistas sin par del Goierri, pero no podemos seguir más allá. Si hemos ido en coche, por lo menos, debemos volver por el mismo camino. 

Andando, sin embargo, podemos ir a Gaintza, a Baliarrain, a Abaltzisketa... mediante un paseo que nos llevará entre 40 y 60 minutos, disfrutando de unos preciosos parajes. Andando, Altzagarate no queda tan aislado.

Precisamente fue esa condición, el hallarse cerca de varios núcleos rurales, lo que hizo que antes de convertirse en restaurante, en los tiempos en los que tener coche era un lujo, en esta casa se juntaran los jóvenes de los alrededores a bailar al son del acordeón en la ganbara. Ello llevó a que poco a poco, se fuera ofreciendo en la cocina del caserío algo de picar, unos huevos, chorizo... el caserío pasó a convertirse en bar, y hace unos treinta años se transformó en el bonito restaurante que conocemos actualmente.

Fue el abuelo de Itziar Garmendia, actual responsable de Altzagarate, quien inauguró el negocio, aunque sus tiempos de gloria como restaurante fueros los años en que su madre, la zaldibitarra Lourdes Erauskin, dirigió la cocina del establecimiento. Lourdes había cuidado de los hijos del restaurante Arrese de su pueblo y también trabajó atendiendo las mesas en el Salduba de Donostia. Aunque no se dedicó a la cocina, siempre se queda algo, y el resto lo aprendió con el día a día de la cocina de Altzagarate.

Hoy son Itziar y su hermano Joseba los responsables y los fines de semana cuentan con el apoyo de sus hermanas, Amaia y Maite. A día de hoy, Altzagarate ofrece una cocina tradicional con las mismas especialidades que le han dado una merecida fama. En nuestro caso, hemos probado los riquísimos Fritos caseros, la Sopa de pescado, que se elabora en casa con piezas enteras de merluza desmigadas en la propia cocina, y la Merluza frita, cuyo punto dominan a la perfeccion, ni muy hecha ni cruda. Exquisita. También hemos probado el Solomillo a la plancha, también perfectamente cocinado y el Arroz con leche, casero como las tartas y el resto de postres del local. “Aquí no usamos nada congelado” afirma Itziar.

En Altzagarate podemos disfrutar de otras especialidades realmente tentadoras como las alubias o el pollo y el cordero al horno, ambos criados en el propio caserío. El cordero puede solicitarse durante todo el año, aunque según nos advierte Itziar, el mejor momento es ahora, entre diciembre y mayo. También asan cabrito si se solicita por encargo.

Tampoco podemos dejar de mencionar el Revuelto de hongos, la Merluza en salsa con almejas o el Rape al horno, uno de los platos preferidos por la clientela de Altzagarate.

Comer a la carta en Altzagarate ronda los 30-35 euros. Cuentan asimismo con un menú de 12 euros y un menú de fin de semana por unos 24. En sus dos comedores pueden acoger 25 y 30 personas lo que lo convierte en una opción interesante para pequeñas celebraciones como comuniones o bautizos. Su terraza exterior, además, le dota de un atractivo extra los días de buen tiempo.

ALTZAGARATE JATETXEA

Altzagarate - ALTZAGA
Tf: 943 88 41 96 - 686 55 04 60