ARRATE: TRADICIÓN DE ALTO STANDING EN UN PRECIOSO MARCO
Arrate es una casa cuyos orígenes datan de hace más de 130 años, pero de esa fecha es el documento y la referencia más antigua que ha podido encontrar Begoña Plazaola, actual responsable del restaurante junto a su hermana Belén y María Blanco, la cocinera a la que Begoña y Belén consideran una hermana pues prácticamente se crió con ellas.
Begoña nos cuenta que antes de que su madre, Estefanía López de Aguilera, tomara las riendas del negocio en 1971, el local que acoge el Arrate había sido bar de toda la vida.
Estefanía, natural de Okina, convirtió al Arrate en lo que es hoy en día: un templo de la cocina tradicional en el que se preservan los platos de antaño a los que con el paso del tiempo se les han añadido pequeños toques de modernidad.
Cuando empezó a servir comidas, la cocina de Estefanía se limitó a lo que sabía hacer en casa: Bacalao a la vizcaína, Callos, Alubias rojas de Álava con odoloste (morcilla), chorizo y tocino de casa... “En realidad seguimos elaborando todos los platos que hacía nuestra madre, y es que aunque queramos cambiar y modernizar un poco la carta, la gente no nos deja”.
Un toque de modernidad
Los pescados en horno de leña también tienen importancia en esta casa. “Saben diferente” nos comenta Begoña. Y aunque los platos de siempre se mantuvieron y se siguen ofreciendo hoy en día, la cocina de Estefanía evolucionó hacia platos que manteniendo la tradición de la cuchara, incorporaban productos más o menos exquisitos. Así, uno de los platos más solicitados del Arrate son los garbanzos, que se sirven de dos maneras: enteros con rape y almejas y en crema, con hongos y foie. ·”Los garbanzos con rape y almejas enamoran a la gente” comenta orgullosa Begoña, “y los que son muy tradicionales dicen que las alubias también”. Entre los primeros también encontramos opciones como el Marmitako, la Sopa de pescado o el Arroz meloso con Bogavante.
Entre los segundos, aparte de los mencionados pescados al horno de leña (Besugo, Rodaballo, Rape...) encontramos otras opciones marineras como las Kokotxas rebozadas o en salsa al pil-pil, los Txipirones a lo Pelayo o en su tinta, la Merluza rellena y las Colitas de cigala. En carnes también están presentes los platos de siempre como los Callos, el Rabo, las Patitas de cordero o las Manitas de ministro con foie, aunque también cuentan con el clásico Solomillo y Buena chuleta.
Los postres, como no, son caseros destacando la Tarta de queso al horno, la Tarta de manzana, el Flan, el Brazo de gitano y la especialidad de la casa: el Soufflé, que debe encargarse con antelación o al inicio de la comida y que se sirve con gran ceremonia, flambeándolo en la mesa delante del comensal.
En nuestro caso, no podemos resistirnos a decantarnos por la cocina más “casera” de Arrate y optamos por los Garbanzos con rape y almejas que, en efecto, nos enamoran, y el Arroz con bogavante que nos encanta por su sabor y melosidad. En segundos nos dejamos tentar por las densas y sabrosas kokotxas y los riquísimos callos, y terminamos con el espectacular Soufflé. Todo, de principio a final, resulta exquisito, al igual que el Txakoli espumoso Rezabal con el que acompañamos la comida aconsejados por la propia Begoña.
Arrate se encuentra en pleno centro del casco medieval de Leintz Gatzaga. El precio medio de carta es de 40-50 euros y no trabaja menús. Una casa altamente recomendable.
ARRATE
San Inazio Kalea, 2-LEINTZ GATZAGA
Tf: 943 714 371