El 6 de junio, A Fuego Negro celebró su primera década de existencia con una gran fiesta en las que no faltó nada, incluida la denuncia del maldito vecino que nunca falla, ni siquiera en un día tan importante como el 10º Aniversario de un bar que ha aportado semejantes dosis de alegría y frescura a la Parte Vieja y que había obtenido todos los permisos necesarios para celebrarlo.

La fiesta comenzó de la mano de la fanfare Bihoztarrak de Gasteiz, que acompañó a los asistentes por varios bares de la Parte Vieja al ritmo de los Ramones, Barricada y similares. A las 14:00 desembocaron en el bar, juntándose con docenas de invitados que se unieron al jolgorio. Una bonita chapa conmemorativa daba derecho a solicitar cualquier bebida en la barra, dirigida, como no, por el brillante Óscar, uno de los iconos más sólidos de esta primera década de A Fuego Negro. Los rincones del bar se llenaron de envases de Aceitunas con Vermú y comenzó un interminable desfile de pikoteo en el que no faltaron los McKobe with txips, la Txikihuerta en tempura, embutidos, las Black Rabas, brochetas teriyaki de Lumagorri, la Ensalada con sésamo y feta... Llamaron poderosamente la atención unas suculentas salchichas de Euskal Txerri con crema de trufa proporcionadas por Maskarada (Lekunberri) y un potentísimo queso azul de Aia con un año de maduración aportado por Ramón Lizeaga.

No faltó casi nadie. A los múltiples parientes de Edorta y Amaia se sumaron multitud de amigos. De Madrid acudieron Rodrigo de Chuka y Gonzalo y Fer de Nakeima, mientras que Huesca estuvo representada por Tonino, Arantxa y su hijo Elvis, de Tatau bistro. Del Botxo acudió Álvaro Garrido del Mina, los amigos de Dando la Brasa, y Javier Clemente. Estaban también Elena Arzak y Xabier Gutiérrez con su inseparable Lola, Aitor Arregi de Elkano, Dani López del Kokotxa, Pablo Loureiro de Casa Urola, Javi Vergara y Llorens de Mugaritz, Ander Esarte y Marian Garmendia del Txuleta, Willy Salvador de La Cueva, Imanol Basterra del Aker Joxe Mari Aizega, Yayo Galiana y Bernat Alberdi del Basque Culinary Center, y tampoco se perdieron la cita Xavier Agulló, de 7 Caníbales, la japonesa June Yamaguchi ni el heladero Raúl Bernal.

La música, como no, estuvo muy presente en la fiesta. Además de la fanfare, estuvieron pinchando Telmo Trenor y los amigos de Gallinero All Stars, y RU (Real y Único) rapeó a sus anchas dentro de la barra, invadiendo el espacio de los camareros y camareras al igual que el Txaflas que ofreció un ácido monólogo. Hablando de música, destacó un personaje de altura, el "donostiarra" Jose Mª Sanz, Loquillo, que no se pierde ni un evento gastronómico relevante, ya sea el cierre de Casa Nicolasa o la primera década de A Fuego Negro.

Completaba la cuadrilla una serie de personajes entrañables del barrio como Fernan el fontanero. Álex Iturralde, fotógrafo de la casa no dejó de fotografiar a todo el que se movía. No vimos a muchos informadores, pero no dejó de acudir (faltaría más) el simpar Sergio Errasti de Onda Vasca, acompañado de su amigo Xabier de Txiskuene.

Como se ve, toda una representación de la fauna gastronómica, musical y coleguil que ha acompañado a A Fuego Negro en estos 10 años de andadura. Las caras de felicidad fueron una constante en Edorta y Amaia que se sintieron queridos y arropados y respondieron con grandes dosis de generosidad y parándose a hablar y atender a todos los presentes en la cita. Sin duda, una gran demostración de lo que ha sido es y será A Fuego Negro que esperamos poder repetir dentro de 10 años.