JOXE MARI BODEGOIA: LA CUNA DEL BESUGO ORIOTARRA
Siempre hay un lugar donde comienzan las cosas. Los pintxos comenzaron, dicen, en el Casa Vallés de Reyes Católicos, el kalimotxo en el Puerto Viejo de Getxo, y el mundialmente conocido Besugo “al estilo Orio” u “Orioko estilora” empezó en este precioso establecimiento en el que Joxe Mari Manterola comenzó en 1957 a asar los besugos en las parrillas que hasta la fecha se usaban casi exclusivamente para asar sardinas. Joxe Mari era pescador y en aquella época los besugos abundaban de tal manera que casi se regalaban. Fue tal el acierto de Joxe Mari que pronto empezaron a florecer los asadores de besugos hasta el punto de que Orio se ha convertido en una villa de referencia gastronómica ineludible y hasta los japoneses saben qué es un besugo “a lo Orio”.
Joxe Mari murió joven, demasiado joven, pero su recuerdo permanece imborrable en el asador que lleva su nombre y su imagen, ya que las fotografías y dibujos en las que aparece el fundador del negocio son incontables en el establecimiento, destacando el cuadro que preside el comedor principal, el mosaico que encontramos al fondo del bar y la fotografía en la que Manterola sigue asando besugos en la barra del bar. Las tres imágenes pueden verse en las fotografías de esta página. Además de recordar a propios y extraños la importancia que tuvo el avispado oriotarra, las imágenes dejan claro que Joxe Mari sigue vivo, principalmente en la figura de su nieto, Mikel, que no sólo ha heredado la habilidad con las brasas sino incluso la apariencia del abuelo. Miren si no la fotografía sobre estas líneas y niéguenlo si se atreven.
Joxe Mari Bodegoia ha evolucionado, qué duda cabe, y a lo que era el asador original, que tan sólo ocupaba lo que hoy en día es el bar, se añadió con el tiempo el actual comedor principal, y más recientemente un nuevo comedor más reducido y recogido.
Pero la oferta del restaurante sigue apostando de manera clara y decidida por la tradición, eso sí, tradición de gran calidad, como nos demuestran a lo largo de nuestra visita Mikel y su padre Andoni (“Antuán” para los amigos). La propuesta del asador Joxe Mari está encaminada a ofrecer unos entrantes de gran nivel que nos sirvan de aperitivo hasta que llegue lo más importante de la carta, ya sea un besugo, un rodaballo, una lubina, un cabrarroca o lo que haya tenido a bien traer la mar.
En nuestro caso, Mikel y Antuán nos hicieron disfrutar de lo lindo con unas gambas de Huelva inmaculadas, de gran sabor, hechas mínimamente a la plancha, porque si bien la evolución de la carta no ha sido muy grande, los tiempos de cocción y el punto del pescado sí han evolucionado, y en este restaurante no son ciegos a la evidencia. Las gambas estaban en ese exquisito estado entre crudo y hecho que hace que el marisco prácticamente se derrita en la boca.
Siguieron a las gambas unos suculentos txipirones en su tinta y a continuacion hizo su entrada su majestad el besugo. Poco que decir y mucho que disfrutar sobre un pescado que, como no podía ser de otra forma, es bordado en este templo de la parrilla. Desde el punto de cocción hasta el de sal, pasando por el aceite, los ajos justamente dorados... comer un besugo en el Joxe Mari es una experiencia que no debería perderse ningún amante de la buena mesa.
Como broche de oro al homenaje, pudimos degustar una excelente chuleta, quedando claro que no sólo el pescado se domina con maestría en la brasa de Joxe Mari. Y los postres, tradicionales, caseros, golosos... no hicieron sino terminar de redondear una comida ya de por sí perfecta.
JOXE MARI BODEGOIA
Herriko Enparantza. ORIO
Tf: 943 830 032