PREPARANDO A LOS COCINEROS DEL MAÑANA
Txemari Esteban es un cocinero ampliamente conocido por nuestros lectores, tanto por la calidad de su restaurante Botarri (como por su dinamismo a la hora de organizar diferentes jornadas y eventos de los que nos hemos hecho eco en estas páginas en múltiples ocasiones. Este joven donostiarra, sin embargo, ha llevado a cabo los últimos meses una silenciosa labor que ha pasado desapercibida para la mayoría de los mortales: la realización de clases de cocina para niños y niñas de entre 9 y 11 años en el Colegio Público Harri Berri-Oleta situado, precisamente, en Altza, su barrio.
El hecho de ser conocido en el barrio fue precisamente el motivo que impulsó a los responsables del centro a invitar a Txemari para impartir a los alumnos y alumnas de 4º, 5º y 6º de DBH clases de cocina en las que este chef ha gozado de total libertad. Y los resultados no podían haber sido mejores. “Estoy encantado”, nos confiesa Txemari, “los niños lo están también y los padres ni te cuento. Hemos conseguido que unos niños que conocían los alimentos pero no sabían ni siquiera de dónde procedían, aprendan a elaborarlos e, incluso, en algunos casos, les enseñen trucos y consejos a sus propios padres”.
Las clases de cocina han sido eminentemente prácticas, puntualiza Txemari: “He intentado engancharles desde el principio ofreciéndoles resultados rápidos. Por lo tanto, las clases empezaban con un poco de teoría, pero enseguida pasábamos a la acción, a cocinar. Inmediatamente han aprendido a hacer con sus propias manos cosas que hasta entonces sólo habían comprado en las tiendas como mermelada, masa de pan, masa de pizza, galletas de chocolate... asimismo han preparado cosas que les gustan como Pasta, Fideos... los chavales y chavalas que han acudido a estas clases ahora son capaces de prepararse su propia mermelada para desayunar o de elaborar una mantequilla a partir de una nata”.
Txemari no sólo se ha limitado a enseñar a sus alumnos a cocinar. “He insistido mucho en la importancia de compartir estos momentos con nuestros padres, tanto en la cocina como yendo a comprar, o al organizar los ingredientes en casa... al final esto es como en las sociedades, mientras cocinas te relacionas, hablas de tu día a día... También me he preocupado de inculcarles la limpieza, la organización... en definitiva, cuando se cocina, se activan varios despertadores en nuestra cabeza que tenemos que controlar: la retentiva, el orden, el tener que pensar en cada paso a realizar... todo esto no aporta más que ventajas para los chavales”.
Txemari está encantado con los resultados y con la capacidad de aprender que le han demostrado los alumnos y alumnas de Harri Berri – Oleta. “Son auténticas esponjas. Es increíble la capacidad de aprender que me han demostrado. Además han sido muy comunicativos, me han planteado mil cuestiones, me han enviado un montón de WhatsApps con sus dudas y preguntas, han terminado platos en casa que luego han traído al aula para que los probemos los demás... en definitiva, ha sido una gran experiencia”.
De hecho, la experiencia no ha terminado, porque un montón de alumnos se están apuntando para recibir clases en el próximo curso. Por otra parte, Txemari está recopilando docenas y docenas de recetas preparadas para los críos, expuestas de manera sencilla, a las que algún día dará salida en forma de libro o página web.