El mundo al revés. Por una vez, los periodistas fuimos cocineros y los cocineros se dedicaron a criticarnos. Por mediación del periodista y crítico gastronómico Pepe Barrena, el pasado 27 de enero tuvimos la oportunidad de participar, en el marco del Congreso Madrid Fusión, en el I Concurso de Tapas para periodistas y críticos gastronómicos, una de tantas actividades que se desarrollaron a lo largo del día en el Palacio de Congresos de Madrid, aunque en este caso la intencionalidad de Pepe Barrena era clara: “se trata de un concurso informal, una ‘boutade’, una excusa para pasárnoslo bien y echarnos unas risas”, insistió el gasteiztarra cuando invitó a participar a Jacques Ballarin como representante de la crítica francesa y al que esto firma como su asistente, el pinche, vamos.

El desafío, sin embargo, resultó colosal en su aparente pequeñez. Nuestros contrincantes eran nada menos que Mikel Zeberio, de Deia, Cristina Jolonch, de La Vanguardia, Alberto Luchini, de El Mundo, el belga Jean Pierre Gabriel y el Peruano Javier Masías. El carácter internacional del concurso era más que evidente: Euskal Herria, Cataluña, España, Francia, Bélgica y Perú.

La hora previa a la presentación del pintxo fue una locura. En la cocina sobraba gente y nervios, los utensilios escaseaban y faltaban algunos ingredientes, en nuestro caso, todos (Jacques Ballarin habló, incluso, de ‘Boicot a la participación de Francia’). Finalmente, improvisando y con mucha imaginación, pudimos salir al escenario con nuestra creación: “Ste­ack tartare al eau-de-vie de Mouton Rothschild con par­me­sano, caviar de oliva y perlas de tapioca” (hay que especificar que este último ingrediente obedeció a una acertada sugerencia de Juan Mari Humada).

El jurado también imponía: Sergi Arola, Susi Díaz, Ramón Freixas y Mario Sandoval, poseedores entre los 4 de una buena colección de estrellas Michelin, se encargaron de degustar el pintxo y dar su opinión ante un salón abarrotado de público. Arola preguntó por las perlas de caviar de oliva y su elaboración, obligándonos a admitir que se trata de un producto elaborado (distribuído aquí por Aurki). Susi Díaz consideró que habíamos abusado de dichas perlas y que el pintxo era grande: “esto no es una tapa, es un plato” ironizó. La conocida chef valenciana, en cualquier caso, alabó el punto que aportaba a la carne el aguardiente de Mouton Rothschild. Freixas se deshizo en elogios con la tapa y Mario Sandoval afirmó que era uno de los mejores steack tartar que había degustado, encendiéndonos la esperanza de, tal vez, triunfar.

Poco duró nuestra ilusión. Finalmente, Mikel Zeberio fue quien se impuso con su creación “Bocadillo de carne”, un pintxo aparentemente sencillo que encandiló al jurado. En cualquier caso, volvimos felices y contentos por la labor realizada y por el hecho de que, a fin de cuentas fue el País Vasco quien se impuso en este certamen internacional.