Sábado, 27 Abril 2024

¿LA DIGESTIÓN SE CORTA AL BAÑARSE?

¿LA DIGESTIÓN SE CORTA AL BAÑARSE? Imagen 1

 

Ahora que estamos en pleno mes de agosto y se espera un día que rozará los 40ºC me viene a la memoria que no hace tanto se decía que después de comer había que esperar 2 horas mientras se hacía la digestión para poder darte un baño. Pero, ¿Qué hay de verdad en esta afirmación que tanto suplicio te suponía cuando eras un niño o niña?

Éste es un mito que se ha convertido en una afirmación. La digestión es un proceso que puede durar más de dos horas, depende de la comida que hayamos hecho, y también puede variar entre diferentes personas. Dependiendo de los factores mencionados puede durar 4, 6 e incluso hasta 10 horas. Por ello se puede desmitificar este mito de las dos horas. Pero sí que hay que tenerlo en cuenta. Sigue leyendo y te lo explico.

Hay dos fenómenos que tenemos que tener en cuenta a la hora de darnos un chapuzón:

- La hidrocución: cuando llevamos un largo rato al sol y tenemos la piel caliente, algo que nos pasa también cuando hemos hecho ejercicio. Si nos metemos rápidamente en el agua fría, podríamos marearnos en el agua.

- Y la famosa digestión de la cual he hablado antes: hemos comido mucho y tenemos la sangre fundamentalmente en el estómago. Si nos metemos rápidamente al agua y nadamos la sangre seguirá en el estómago e irá también a los músculos. Pero nos faltará sangre en la cabeza, hecho que podría hacer que nos mareáramos.

En ambos casos el contraste con el agua fría podría provocar a nuestro sistema circulatorio un shock. Una forma de evitarlo es entrar despacito al agua e ir mojándonos las muñecas y la nuca.

Así que se acabó el esperar dos horas para darnos un chapuzón, aunque ya de adulto después de comer y más en estado de tranquilidad una buena siesta no viene nada mal. Ahora entiendo este mito tan oportuno para nuestros padres, para tenernos controlados en la playa y no darles sustos mientras ellos se echaban la siesta a pierna suelta en sus vacaciones. Y qué mejor para ello que tenernos fuera del agua... en fin... ¡Cómo cambian las tornas!.

 

   
DIETÉTICA
y alimentación

 

Carolina Rïn
Dietista Colegiada nº 1887