Sábado, 23 Noviembre 2024

QUIERE TU CUERPO

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El 2023 es un año para volver al autocuidado, de otorgarnos bienestar pero a la vez estamos inmersos en un mundo de imágenes, filtros, poses... 

Y esto hace que tengamos a nuestro cuerpo en una dicotomía: cómo ser perfecto en este mundo visual y no caer en la obsesión a su culto, y a la vez aceptarlo y quererlo.

Nuestro cuerpo cada segundo se autorregula y lleva a cabo complejas funciones por sí solo. Agradecer esta inteligencia biológica presente en cada célula del organismo es el primer paso para reconciliarse con el cuerpo. La mente puede juzgar, etiquetar e incluso esclavizar el cuerpo, pero ella misma no existiría sin él ni su sabiduría natural.

Nuestro cuerpo cambia constantemente, envejece y no entiende de expectativas o de patrones de belleza. 

En nuestro cuerpo también hay un legado de nuestros ancestros. ¿A quién nos parecemos? ¿De quién es mi nariz? ¿Mis caderas? ¿La forma de mi cuerpo? Busquemos a quien nos recuerdan, esas personas que seguramente miramos con cariño y no las juzgamos tanto por su físico. Llevamos su legado en forma de nariz, cadera, constitución… mirémonos con cariño también.

Trabajar desde el enfoque de la salud implica centrarnos en la aceptación del cuerpo y en reconducir su relación con la comida y con el cuerpo.

La mayoría de personas que acuden a consulta buscan aprender a aceptarse y cuidarse a largo plazo. Muchas veces han pasado por numerosos intentos frustrados de dietas “milagro”que no les ha funcionado , de episodios de restringir y sufrir basándose en modelos en la mayoría de los casos no reales.

Buscar dentro de nosotros esa reconciliación para poder dar a nuestro cuerpo lo que necesita: unos hábitos saludables, una alimentación adecuada. Cuando entendemos nuestro cuerpo los hábitos perjudiciales como el sedentarismo o la alimentación desequilibrada se modifican no por “deber”, sino para disfrutar de más bienestar interior.

Desarrollar una mirada de amor hacia al cuerpo no significa determinar si el cuerpo es bello o es feo, sino volver a casa para cuidar lo que es nuestro, lo que somos y nos vincula a la vida. Es aligerarse del peso de las apariencias para acompañar al cuerpo en sus impulsos.

 

   
DIETÉTICA
y alimentación

 

Carolina Rïn
Dietista Colegiada nº 1887