Viernes, 29 Marzo 2024

Carlos Lahoz: 10_MEJILLONES A LA SIDRA

Carlos Lahoz: 10_MEJILLONES A LA SIDRA Imagen 1

 

Qué Champán ni qué Champán. La bebida del amor para un vasco que se precie es la sidra. Snobs, afrancesados y modernos varios puede que no estén de acuerdo pero una sidra fresquita y bien rota, a poder ser en un único vaso compartido, puede ayudar a acortar el metro y medio de distancia que separa habitualmente al vasco corriente de la txabala que le gusta.

Esta receta es muy sencilla y como tantas otras surgió de la necesidad. Teníamos mejillones en casa pero, cosa rara, cuando me puse a hacerlos, no encontré ni vino blanco ni una socorrida cerveza. Así que pelé y piqué unos ajitos, los puse al fuego con aceite de oliva y apenas empezaban a coger color añadí una cucharadita de harina de maíz. Después de rehogar la harina, media botella de sidra y una puntita de sal. Solo unos minutos para evaporar el alcohol y ya tenemos la salsa lista. Muy aconsejable y divertido es añadir un par de golpes de cayena molida que además va a hacer que el cuerpo nos pida unos buenos tragos de sidra para refrescar.

Les quitamos las barbas a los mejillones y los abrimos en la propia salsa con la tapa puesta. En pocos minutos estarán listos. Si alguno no se abre lo desechamos. Para rematar espolvoreamos con perejil fresco bien picadito.

  

PRINGOSA COMPLICIDAD

Si alguno habéis tenido la santa paciencia de leer alguna de las recetas perpetradas anteriormente, sabréis que tengo debilidad por los platos que promueven la complicidad entre los comensales, esos que exigen confianza para usar las manos, chupetear etc. Este plato es perfecto para ello. Coged el mejillón, dadle una buena xurrustada a la salsita mirándose a los ojos, culín de sidra compartido del mismo vaso... sin darnos cuenta y con el picante ya estamos abriendo la segunda botella de sidra y pensando que cada vez la ves más guapa (y ella a ti y tal...).

Creo que el plan es infalible pero si no lo vemos claro y sobre todo si el ligue es foráneo, también podemos optar por llevarla directamente a conocer una sagardotegi. Se lo va pasar bomba seguro, ahora, hay que andar con ojo porque la sidra se puede subir a la cabeza y con el ambiente festivo podemos acabar ambos abrazados a la taza del vater en lugar del uno al otro como habíamos planeado.

 

AINARA retrato wOJ200

 

 

 

 

 

Carlos Lahoz
Miravientos Distributions
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