GURUTZE-BERRI: Nuevos platos en un clásico
Texto: JOSEMA AZPEITIA. Fotografía: RITXAR TOLOSA
El Gurutze-Berri es el típico restaurante al que se puede acudir con los ojos cerrados y la seguridad de que nunca decepciona. Y es que no todos los restaurantes llegan con tan buena salud a los 45 años, emblemática edad que Gurutze-Berri alcanzó el pasado mes de mayo, ni todos pueden soñar con llegar al medio siglo, hito que, no nos cabe ninguna duda, alcanzará este clásico de la gastronomía guipuzcoana en 2019 celebrándolo por todo lo alto.
Una de las claves para llegar a una edad como la de este restaurante y “estar como un chaval” reside, sin duda, en el viejo dicho “renovarse o morir”. Gurutze-Berri es un clásico, no lo negamos, pero siempre ha tenido un toque vanguardista. Ese punto de vanguardia se lo han dado, por una parte, los toques internacionales que han aportado a la carta los hermanos Xabier y Gorka Zapirain, ambos consumados viajeros, que no sólo han acarreado de sus periplos diferentes “souvenirs” para decorar el restaurante, sino que han absorbido como dos esponjas la gastronomía de los países visitados reflejándolo en sus menús con platos que han llegado para quedarse y han cosechado un gran éxito. (Más de un cliente piensa que “Moussaka” es una palabra proviniente del euskara de la zona de Oiartzun).
El otro punto de vanguardia se lo dota al restaurante las presentaciones, los pequeños toques exóticos en los platos, y la apertura de miras de sus responsables, que lejos de enfermar cuidando la pureza del restaurante, prefieren ir renovando sus contenidos, como lo demuestran los nuevos platos que degustamos en nuestra última visita y que destripamos en la página adyacente. Nuevos platos de los que también es responsable Toni Castell, cocinero originario de Palma de Mallorca que acabó aterrizando en Errenteria por lo de siempre, por cuestión de amores, y que lleva cerca de seis años a los fogones del restaurante, contando con la total confianza de los hermanos Zapirain y sus padres, Xabier y Mª Luisa, que aunque están ya disfrutando de su dulce retiro siguen vigilando de reojo el restaurante que con tanto esfuerzo han sacado adelante.
No lo duden, por lo tanto, en pasar por Gurutze-Berri si están buscando para este verano un restaurante interesante no asediado por los turistas. Tampoco dejen de informarse sobre sus servicios si, por un casual, están pensando en casarse. Los Zapirain también gustan de innovar en el asunto de los bodorrios y además de contar con unos enormes y excelentes salones, ofrecen el privilegio de conducir a los recién casados al restaurante en un auténtico Rolls-Royce. ¿Para qué exigir menos en un día tan importante?
GURUTZE-BERRI
Bizardia plaza, 7. OIARTZUN.
Tf: 943 49 06 25.
www.gurutzeberri.com
NUESTRA DEGUSTACIÓN:
Nuevos platos, bellas presentaciones y clásicos de siempre
Las presentaciones son, han sido y serán siempre esenciales en Gurutze-Berri. La comida entra por los ojos y la primera impresión siempre será importantísima en un establecimiento cuyas bases estético-culinarias las estableció en su día el mismísimo Luis Irizar.