Jueves, 21 Noviembre 2024

LA (última) RECETA DE LA FELICIDAD

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Llevamos ya dos años ya publicando recetas maravillosas para que vascos, vascas y seres humanos en general se eroticen y se enamoren. Recibimos decenas de cartas a diario dándonos las gracias e incluso hay quien le va a poner mi nombre a su futuro hijo en agradecimiento por mi aportación para facilitar los preliminares de la procreación. Que bien.

No obstante creo que ha llegado el momento de hacer un coitus interruptus en el recetario. A lo largo de 24 recetas ya hemos abordado todo tipo de situaciones y sugerido la comida más adecuada para cada una, así que vamos a despedirnos por ahora no con otra receta más, sino con unas pocas reflexiones de todo a cien que nos sirvan para poner en práctica lo aprendido o para improvisar nuestros propios platos.

La receta más buscada desde siempre pero especialmente en estos tiempos de caras sonrientes en Instagram es la de la felicidad. Yo creo que la mejor forma de ser infeliz es buscarla desesperadamente. Si dejamos de hacerlo seremos felices sin darnos cuenta, pero yo no me resisto, cuál psicólogo argentino, a daros unos pocos consejos que os echen un cablecillo.

Cocinar para los seres queridos nos hace felices, así que tenemos que cocinar. Lo haremos con cariño y eso nos hará más felices todavía. Tenemos que cocinar con tiempo, sin estrés, y escuchando la música que nos gusta. Una canción que nos haga venirnos arriba, un delantal, una tabla de cortar y un vermut. Ese es el inicio de un rato de felicidad sin ninguna duda. La segunda parte de la película es preparar la mesa. Poner atención en los detalles, la vajilla, la luz, tal vez música, la presentación de la comida… mostrarle y entregarle esto al otr@ es abrir nuestro corazón un poquito. Nos pondremos nerviosos porque de alguna forma nos exponemos. ¿Le gustará?

La parte final es la más bonita porque es compartir. Si todo va bien, después de la comida compartiremos también besos y caricias y en mi opinión, ahí es donde vive la felicidad. Tengan o no componente erótico la felicidad vive en los brazos de los demás. Sean en los de tus aitas, de tus hijos, de tus amigos o en los de la que te gusta. Mirad la cara de las personas cuando se abrazan y veréis tantas sonrisas como abrazos. Así que si aceptáis el consejo de alguien que es cada vez más viejo y menos diablo, no busquéis la felicidad y la encontraréis, sin buscarla, en el contacto con los demás. Eso sí, si además de los abrazos queréis haceros acreedores de algún beso con lengua, seguid el recetario erótico, que no falla. Con lo bien que iba no me he podido resistir a poner la última tontada, oye.
Un abrazo enorme.

 

 

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