No está el horno para bollos. Los productos de la cesta de la compra básica se han encarecido hasta un 22%: huevos, pan, leche, legumbres... ningún alimento básico se salva de la escalada de precios.

Pero más allá de nuestro bolsillo, que nos duele cuando nos lo tocan, nuestro desperdicio alimentario, el pequeño gesto de tirar algo al cubo de la basura tiene repercusiones medioambientales, ecológicas y económicas. En la producción de alimentos se invierten dinero y recursos (agua, tierras, alimentos, energía...) y también se generan residuos (CO2, purines, aceites...), pero además los alimentos que se convierten en residuos generan un problema adicional, con claras implicaciones medioambientales y económicas.

Un reciente estudio la fundación Elika (Fundación Vasca para la Seguridad Agroalimentaria) ha concluido que en Euskadi cada persona despilfarra, cuando menos 40 kilos de comida al año.

Elika ha puesto el foco en toda la cadena alimentaria y destaca el hecho de que el 44,7% del desperdicio alimentario que se produce en Euskadi se genera en los hogares. La manufactura de alimentos es responsable de un 23,8% aproximadamente y el canal Horeca (Hoteles, restaurantes, bares, cáterin...) del 20,4% del desperdicio alimentario generado.

El desperdicio a nivel del consumidor se debe a menudo a una mala planificación de las compras y las comidas, un exceso de compra (influido por porciones y tamaños de envases demasiado grandes), confusión sobre las etiquetas (fechas de consumo preferente y de caducidad) y un almacenamiento inadecuado en el hogar.

Los alimentos que más tiramos son frutas, verduras y hortalizas, pan fresco, leche líquida y lácteos derivados.

Hay muchos puntos que unen el evitar el desperdicio alimentario con llevar una alimentación adecuada:

- Planifica un menú semanal

- Haz una lista de la compra con los productos necesarios

- Almacena adecuadamente los alimentos

- Diferencia entre la fecha de caducidad y la de consumo preferente

- Congela correctamente los alimentos

- Calcula adecuadamente las cantidades

- Coloca los alimentos más viejos delante de los nuevos

 - Aprovecha los alimentos para otra comida.

Estas medidas nos van hacer ahorrar dinero, llevar una mejor alimentación y evitar el desperdicio alimentario.

¿A qué esperas a pasar a la acción?

   
DIETÉTICA
y alimentación

Carolina Rïn
Dietista Colegiada nº 1887