POCO ACEITE, POR FAVOR
¡Qué difícil se está poniendo el tema del aceite, sobre todo el aceite de oliva!
Sea por los motivos que sean hay poco, y su precio se ha disparado como la pólvora.
¿Qué vamos a hacer ahora? acostumbrados, como estamos, a cocinar con aceite en abundancia.
A muchos de nosotros nos va a tocar pensar cómo seguir cocinando sano y rico pero sin usar tanto aceite.
Estamos ante un reto.
Yo te dejo por aquí unas sugerencias, espero que te sirvan.
PROPUESTAS para disminuir el gasto en aceite al cocinar pescado
1. Sé consciente que freír pescado es la manera más cara y más calórica de cocinarlo porque es en la que más aceite necesitas.
2. Guisar pescado en cualquier salsa (salsa verde, salsa de tomate, marmitakos, tintas, etc…) disminuye considerablemente el gasto de aceite respecto a las frituras.
3. Asar pescado en el horno o en la freidora de aire no supone un gran gasto en aceite (si usas refrito sé comedido).
4. Existen tres técnicas culinarias en las que se cocina el pescado SIN ACEITE y sólo se usa este para aliñarlo después. Estas son: el vapor, el hervido y el escaldado.
Así, la cocción es muy limpia y el plato resulta muy digestivo y saludable.
Además los alimentos cocinados de este modo saben a ellos mismos, es volver a los sabores más primarios.
Estas últimas técnicas parecen nuevas para nosotros por lo poco que se utilizan hoy en día, pero son las que usaban nuestros antepasados cuando el aceite no era tan abundante como ha sido todos estos años atrás.
Será cuestión de aprender de ellos, y a mucha honra, y de sobrevivir a lo que nos traigan las circunstancias cada día.
Aquí os dejo la receta de antxoas escaldadas, era así, y no fritas, como más se comían antaño en hogares y sociedades.
Espero que os guste
On egin!
ANTXOAS ESCALDADAS
- Prepara tus antxoas limpias de cabezas y vísceras.
- Pon al fuego en una cazuela agua y sal (y si quieres media cebolla, para aromatizar).
- Cuando llegue a ebullición, sumerge las antxoas en el agua en un colador o vaporera y deja que estén un minuto y medio dentro de ese agua hirviendo.
- Las sacas, las escurres y las pones en una bandeja
- Preparas un refrito de ajo y guindilla y lo viertes por encima, echas un chorro de vinagre y ¡a comer!.
La cantidad de aceite del refrito es siempre menor al que hubieras usado si hubieses freído las antxoas en la sartén, y además está más limpio porque ha permanecido menos tiempo bajo la acción del calor. Eso hace que este plato sea suave y se digiera mejor, además de bajo en grasa y económico.
Imitemos a nuestras abuelas y tiremos más de olla y menos de sartén. A la larga, nuestra salud nos lo va a agradecer.
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CAROL ARCHELI
PESCADERÍA ESPE
www.pescaderiaespe.com